'Txapote' y 'Amaia' se niegan a declarar en el juicio por el asesinato de Miguel Ángel Blanco
Unas 300 personas cortan las calles adyacentes a la Audiencia Nacional al grito de "Negociación, en mi nombre, no" y "A por ellos, oé"
Actualizado: GuardarEl ex dirigente etarra Francisco Javier García Gaztelu, alias Txapote y su compañera sentimental y también miembro de ETA Irantzu Gallastegui, alias Amaia, se han negado hoy a declarar ante la Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional, en la primera sesión del juicio contra ellos por el secuestro y posterior asesinato el 12 de julio de 1997 del concejal del PP en Ermua Miguel Ángel Blanco.
El fiscal pide una condena de 50 años de cárcel, una indemnización para los padres del concejal de 500.000 euros y la prohibición de los detenidos de acudir a la localidad de Ermua en un período de cinco años "desde su excarcelación momentánea o definitiva". Por estos hechos ya ha sido condenado a 25 años de cárcel el ex concejal de HB en Eibar Ibon Muñoa, aunque cuando éste fue juzgado la Fiscalía no pidió la medida de alejamiento que ahora solicita para Txapotey Gallastegi, extraditada a España en junio de 2005.
Tanto García Gaztelu como Amaia 'han mantenido una actitud indiferente y no han dejado de conversar entre ellos durante toda la vista, tras negarse a declarar. No obstante, los dos, al contrario de lo que hicieron la pasada semana en su primer juicio juntos en la Audiencia Nacional por el asesinato de otro concejal del PP, José Luis Caso, evitaron mostrarse desafiantes frente al tribunal. Así, cuando la presidenta de la sección primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Manuela Fernández de Prado, pidió a Txapote, nada más entrar en la sala blindada en la que comparecen los terroristas, que se sentara en la fila de bancos de delante para poder oírle mejor, éste accedió sin poner ningún impedimento.
Al llegar a la sala su compañera sentimental y miembro del 'comando Donosti', Irantzu Gallastegi, la magistrada no tuvo ni tan siquiera que decirle que se sentara delante, ya que el propio García Gaztelu le hizo una indicación de que se sentara junto a él. Esta actitud contrasta con la que mantuvieron la pasada semana cuando ambos se negaron a ponerse en pie a petición del magistrado que presidía la Sala que les juzgaba y que se vio obligado a pedir a la Policía que les levantara por la fuerza, tras lo cual, ambos se mantuvieron toda la vista de espaldas al tribunal. La conducta que mostraron en ese primer juicio, llevó al fiscal a pedir que cumplan íntegramente los 30 años de cárcel que solicitó para ambos por el asesinato de Caso porque su actitud "desafiante y chulesca" no permite "atisbar ninguna esperanza de reinserción".
Hoy, al ser preguntados por si iban a declarar, los dos dijeron que no iban a contestar a ninguna pregunta y siguieron hablando entre ellos sentados en ese primer banco, mientras el fiscal Miguel Ángel Carballo y el abogado de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) les formulaban sus preguntas acerca de lo acontecido alrededor del secuestro y asesinato del concejal del PP en Ermua (Vizcaya), el 12 de julio de 1997.
Testigos provocadores
La actitud provocadora provino en esta ocasión de los tres presos etarras que fueron llamados a declarar como testigos -Sebastián Lasa, Kepa Etxebarria y Gregorio Escudero- quienes, a pesar de estar obligados a prestar declaración en su condición de testigos, se negaron a ello, por lo que el fiscal pidió que se les dedujera testimonio por un delito de desobediencia. La presidente del tribunal tuvo incluso que llamar la atención a Sebastián Lasa y le pidió que se comportara tras haber intercambiado saludos con los dos acusados efusivamente y con el puño en alto. En ese momento, según puso posteriormente en evidencia el fiscal, Lasa contestó en voz baja: "yo me comporto como quiero".
Antes había comparecido Ibon Muñoa, ex concejal de HB que cumple 25 años de cárcel como cooperador necesario en el secuestro y posterior asesinato de Miguel Ángel Blanco. Al ser preguntado, entre otras muchas cosas, por si él elaboró informaciones sobre ediles del PP, Muñoa mantuvo que no se acordaba de "nada" y, en contra de lo que declaró en su momento, aseguró que nunca conoció a Miguel Ángel Blanco y que todo lo que declaró en su día fue bajo tortura. "Estaba roto psíquicamente", afirmó el ex edil de HB, momento en el que Marimar Blanco, hermana de la víctima que se encontraba entre el público, exclamó: "Ya. Y nosotros no".
La primera testigo en declarar fue la madre del concejal, Soledad Garrido, quien, tras relatar que la última vez que vio a su hijo fue cuando fue a comer a casa, explicó que el concejal "se llevaba bien con todo el mundo" y "sólo había tenido enfrentamientos con gente de HB, aunque no tomaba precauciones". A preguntas del fiscal, quien renunció al testimonio del padre del edil por considerar "innecesario someter a esta víctima a un interrogatorio", Soledad Garrido aseguró que desde el asesinato de su hijo, ella y su marido están bajo tratamiento psicológico, y "mi hija después de esto (el juicio), también". El juicio continuará mañana con el interrogatorio a más testigos.
Gritos contra la negociación con ETA
La vista de hoy ha recibido una gran afluencia de público en la sala. Entre los asistentes, destacaba la presencia de familiares del edil asesinado; representantes de la Asociación Víctimas del Terrorismo y de Dignidad y Justicia; el alcalde de Ermua, el socialista Carlos Totorika; el secretario de Libertades Públicas, Seguridad y Justicia del PP, Ignacio Astarloa; y el presidente del Foro de Ermua, Mikel Buesa. Previamente a la entrada de los procesados en el tribunal, unas trescientas personas han cortado durante unos minutos la calle Génova, a la altura de la Audiencia Nacional, coreando consignas en contra de la negociación con la banda terrorista ETA y contra el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, al que pidieron que dimita. Al tiempo que se desarrollaba la vista oral, los manifestantes seguían coreando dichas consignas y otras a favor de la familia del edil asesinado por los etarras.
Entre estos lemas figuran los de otras manifestaciones en estos dos últimos años en contra del diálogo con ETA, como "Negociación, en mi nombre, no", "Zapatero, embustero" o "Vascos sí, ETA no", junto a otras más agresivas proferidas por otros de los que concurrieron, como "Conde-Pumpido, estás corrompido", "Kale borroka, patada en la boca", "España entera y una sola bandera", o "Guardia Civil, empuña tu fusil", e incluso en algún momento se ha llegado a recurrir al grito de apoyo a la selección española, "A por ellos, oé".