ESPAÑA

La cúpula de Batasuna secunda una manifestación 'abertzale' en Pamplona

Una ciudadana particular convocó otro acto para media hora después del que prohibió la Audiencia Nacional Los manifestantes exigen el derecho a la autodeterminación y el traslado de presos etarras a las cárceles vascas

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Hubo concentración ayer en Pamplona, aunque no la prevista inicialmente. Y a ella acudieron dirigentes de la ilegalizada Batasuna que, arropados por miles de simpatizantes de la izquierda radical vasca, participaron en la capital navarra en una manifestación convocada por una ciudadana particular, que bajo el lema 'Por los derechos civiles y políticos' discurrió sin incidentes por las calles.

La convocante, Estíbaliz Urtarán, sin vinculación demostrable con la formación proscrita por la Audiencia Nacional, leyó un comunicado al término del acto, que concluyó con el himno del soldado vasco (Eusko Gudariak), habitual en los actos políticos 'abertzales'. Estíbaliz Urtarán convocó este acto el viernes, poco después de que el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska prohibiera otra concentración prevista para media hora antes para exigir la creación de una «mesa de partidos», por creer que estaba «auspiciada directamente» por el entorno de Batasuna.

No obstante, ayer, el mismo magistrado permitió la segunda marcha por considerar que no había «indicios racionales», aunque sí «sospechas», de que estuviera impulsada por el partido ilegalizado. El juez valoró el cambio de lema y consideró que la exigencia de los manifestantes encajaba en el derecho fundamental de reunión. Con todo, envió un oficio a la policía y a la Guardia Civil, a quienes ordenó disolver la protesta si en el transcurso de la misma se exhibían otras pancartas o se coreaban lemas que vulnerasen el auto del pasado 17 de enero, por el que fueron suspendidas todas las actividades de Batasuna.

El magistrado pidió además a las fuerzas de Seguridad que grabaran en vídeo la concentración para comprobar a posteriori si en ella se cometió algún delito.

Izquierda radical

A las seis de la tarde, la pamplonesa plaza de Europa estaba 'tomada' por la policía, deseosa de hacer cumplir la prohibición judicial de la primera manifestación, y decenas de personas deambulaban por la zona. Minutos más tarde, se dirigieron hacia el parque de Antoniutti, a un kilómetro escaso, donde comenzó la marcha solicitada por Estíbaliz Urtarán, que junto a otras personas anónimas portó una pancarta en euskera en la que se podía leer el lema 'Por los derechos civiles y políticos'.

Tras ellos, antes de un segundo cartel que decía 'Desde la solidaridad hacia la solución', desfiló la cúpula de Batasuna, representada por Arnaldo Otegi, Joseba Permach, Jone Goirizelaia, Pernando Barrena y Joseba Álvarez. También asistieron el secretario general del sindicato LAB, Rafa Díez Usabiaga, y miembros de Eusko Alkartasuna, entre ellos su dirigente Rafael Larreina.

Despliegue policial

La protesta, precedida a unos pocos metros de distancia por seis furgonetas de la policía nacional, recorrió la avenida del Ejército y terminó en la Plaza del Baluarte, frente al Palacio de Congresos y Exposiciones. Los asistentes ondearon cientos de ikurriñas y también banderas de Navarra, y profirieron, en medio de un impresionante despliegue policial, gritos a favor de la independencia del País Vasco y del acercamiento de presos etarras a las cárceles de Euskadi.

La marcha acabó con un acto político, en el que la convocante Estíbaliz Urtarán leyó un comunicado en castellano y euskera, pero en el que ningún dirigente de Batasuna tomó la palabra ni hizo declaraciones a los medios. Urtarán afirmó que un grupo de «ciudadanos vascos» habían decidido convocarla en protesta por la prohibición judicial de la otra, que definieron como una «conculcación gratuita» de los derechos de los vascos.

Decisión «injusta»

En su alocución, aseguró que la decisión del juez Grande-Marlaska es «injusta y antidemocrática» y que «ha supuesto un ataque directo al proceso democrático que defiende la mayoría de la sociedad». Además, avisó de que «hechos como éste tienen que terminar porque, de lo contrario, lo que en un momento pueden parecer obstáculos salvables, pueden resultar difíciles de sortear».

A su término, los asistentes entonaron el himno del soldado vasco (Eusko gudariak). El responsable de comunicación del sindicato LAB, Txutxi Ariznabarreta, consideró la prohibición judicial «una apología a la guerra». Por su parte, el portavoz del PSE-EE, José Antonio Pastor, señaló: «Hay que respetar las resoluciones judiciales, pero tengo muchas dudas sobre esta decisión».