ESPAÑA

La Conferencia Episcopal intenta frenar un documento que bendice la unidad de España

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La Conferencia Episcopal no publicará, al menos por ahora, un documento doctrinal sobre la unidad de España, un tema que preocupa a una parte importante de los obispos, y cuyo enfoque inquieta a otro sector de los prelados, sobre todo a vascos y catalanes. Según ha trascendido, el propio Ricardo Blázquez es contrario a trasladar la reflexión a un texto oficial y monográfico, cuando el Gobierno impulsa una reforma de los Estatutos. Aunque la cuestión se aborda de manera colegiada, hace tiempo que tanto Antonio Cañizares como Rouco Varela, arzobispos de Toledo y Madrid respectivamente, vienen expresando de manera pública y con suma beligerancia su posición al respecto. Blázquez se encontró ya la agenda cerrada cuando accedió a la cúpula de la jerarquía católica, si bien ahora afronta una situación delicada e incómoda, al coincidir en su responsabilidad la diócesis de Bilbao.

Pero la Asamblea es soberana y el programa abierto. Los obispos cuentan con varios guiones-borradores para un análisis global sobre «la realidad de España» que incluyen muchos temas, entre ellos la unidad y el alto el fuego de ETA. Las ponencias serán introducidas, entre otros, por monseñor Romero Pose, un hombre de Rouco -redactó la polémica instrucción sobre el terrorismo- y el arzobispo de Pamplona, Fernando Sebastián, que no es partidario de una valoración teológica.

Criterio general

Tanto Cañizares como Rouco defienden la elaboración de un documento, pero el criterio generalizado es que se trasladará a la opinión pública una declaración genérica con la «preocupación» del Episcopado por la situación sociopolítica, muy crispada, con una llamada al consenso y a la solidaridad.

Una declaración de mínimos, sin forzar la máquina para una instrucción pastoral, que se dejaría para más adelante. Frente al órdago de Rouco y Cañizares, se articula una postura que certifica que los valores morales están más comprometidos en otras cuestiones que en la unidad de España. En este pulso, la plenaria del próximo jueves servirá para conocer la actual correlación de fuerzas en el Episcopado y será todo un test para saber si Blázquez ha ganado o perdido apoyos al frente de la jerarquía católica.

La llegada del obispo de Bilbao a la cúpula episcopal se fraguó, precisamente, tras una reunión de un grupo de obispos que pretendían evitar un nuevo mandato de Rouco Varela, al que se sitúa plegado a una estrategia política. Estos prelados consideran que la unidad de España no entra en las competencias de la Iglesia y que un pronunciamiento doctrinal en esta materia puede provocar una fractura en el Episcopado y en las Iglesias locales. «Sacar del Evangelio una reflexión sobre la unidad de España es imposible», señala un influyente obispo del sector progresista. Abriría, además, un nuevo frente con el Gobierno en vísperas de la llegada del Papa.

Rouco, Cañizares y Martínez Camino lideran una corriente que empuja en favor de una instrucción pastoral que complete la que se aprobó en 2002 sobre terrorismo y que incluyó una descalificación de los nacionalismos. El portavoz de la Conferencia ha adelantado que se realizará un análisis «moral» sobre la situación de España, que implica la unidad del país o cómo se está legislando sobre el matrimonio, la vida o la investigación con embriones. El fundamento teológico de la unidad de España como bien moral la basan los obispos en el bien común.