El mercado medieval da color a las calles del centro con gran aceptación y éxito entre el público

Bufones, saltimbanquis, malabaristas, músicos y más de 60 puestos medievales componen la gran fiesta que este fin de semana se está viviendo en las calles del centro de la ciudad.

De este modo, a lo largo de todo el día de ayer, miles de portuenses visitaron el mercado medieval para conocer la amplia muestra de artesanía y de productos naturales que se venden en el recinto. Hay productos para todos los gustos: antigüedades, armas de la Edad Media, delicias gastronómicas como embutidos de castilla o quesos gallegos. Incluso existe la posibilidad de degustar un delicioso ribeiro con pulpo a la gallega en uno de los puestos de comida del recinto medieval.

Los olores exóticos también tienen su hueco en este mercadillo. En uno de estos tenderetes se mezclan los olores del aloe vera con el de plantas medicinales de muy diverso sino. Alejandro García, vendedor itinerante de este tipo de productos naturales, admite que «la gente de esta ciudad parece encantada con la idea». «Nosotros nos movemos mucho por pueblos de toda España ya que este es nuestro trabajo, y reconozco que aquí hemos tenido una acogida fantástica», afirma.

De hecho, durante todo el día de hoy, tanto por la mañana como por la tarde, tanto pequeños como mayores, pueden disfrutar de actividades tales como el paseo en burro, el tiro con arco, la escuela de malabares o la demostración de talleres artesanales.

Además, se encargarán de animar las calles, los alegres bufones reales, los zancudos fantásticos y varios espectáculos de pasacalles. Y para no olvidar el saber popular, los cuentacuentos se encargaran de contar historias populares. Por la noche, se tiene previsto realizar actividades circenses con el grupo Cirkelito.

Ya sea para comprar, pasear, degustar o participar, todos y cada uno de los visitantes vuelven a casa con el mismo sabor de boca, el disfrute de un rato inolvidable.