BANQUILLO DE LUJO. Pekerman da instrucciones al jugador del Barça antes de debutar el viernes frente a Serbia. / REUTERS
MÁS FÚTBOL

El mito a su pesar

El barcelonista Leo Messi asume con naturalidad y sin dar importancia su estreno como goleador y debutante más joven de Argentina en un Mundial

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Hay ídolos de barro, genios autoproclamados y leyendas vivas enterradas en vida. Leo Messi es un mito a su pesar. Se podría sentir más cómodo en cualquier otra categoría. Pero hace las cosas más extraordinarias con la mayor naturalidad y luego casi se disculpa por incurrir en la excelencia. A las 24 horas de haberse convertido, con 18 años y 357 días, en el debutante y en el goleador argentino más joven en un Mundial dijo que estaba «normal», «contento». Y era verdad.

Tras la sesión de entrenamiento, en la que los titulares del histórico 6-0 a Serbia y Montenegro se premiaron con unos rondos, Leo Messi fue el jugador más solicitado por los periodistas. Se suponía que era héroe de un acontecimiento memorable, de esos que se transmiten de generación en generación. No había disputado un partido oficial desde el pasado 7 de marzo, cuando se rompió el bíceps femoral de la pierna derecha. Salió a falta de un cuarto de hora y en unos minutos dio una asistencia y marcó un tanto. «La verdad que no pensé mucho cuando salí. Tenía ganas de entrar y jugar, no más. Si tengo que decir algo, siempre es que pienso en la familia, la verdad», musitó.

El antihéroe mediatizado durmió bien, no leyó la prensa y se entrenó como si tal cosa. «Un día más, un día normal como venían siendo los otros. Sinceramente, no pienso en los récords. Yo siempre trato de hacer lo mejor. Son anécdotas que, la verdad, mucha importancia no le doy», declaró a un enjambre de micrófonos. La expectación contrasta con el ademán perplejo del asediado. Repite frases lapidarias y anodinas con inmutable gesto angelical, un rostro impropio de alquien a quien Jorge Valdano ha definido como «una especie de terrorista del fútbol actual» por su facilidad en eliminar adversarios.

Terrorista bueno, eso sí. Tímido pero con corazoncito. «Me emocionó la llamada de mi mamá de allá, de Argentina. Fue lo más lindo», confesó. La camiseta del debú será para ella, si no la agarran antes sus hermanos. Dentro de una semana, el día 24, cumplirá 19 años, el número de la casaca. Su sueño sería celebrarlo con la conquista de la copa Jules Rimet. «Como dije recién, hay que ir despacito. Queda mucho por delante por seguir mejorando», añadió poco hábil en el regate al tópico. Por añadidura, en el grupo no hay desavenencias y él no es objeto de envidias como propagan algunos malintencionados. «Se dijo que yo había tenido problemas, pero yo estoy muy bien con el grupo y con todos. Convivimos y estamos todos juntos», observó con una lógica aplastante. Al clan de los veteranos les pica la pulga de Rosario. Despierta recelos que un mozalbete que ha vivido desde la adolescencia en Barcelona sea ya un fenómeno publicitario. Yogures, refrescos, zapatos, electrodomésticos y petroleras le han contratado como reclamo de sus anuncios.

Encima es el protegido de José Pekerman, el seleccionador. Y tiene de padrino a Diego Maradona, que le deseó suerte en persona antes del debut. Luego 'Pelusa' se puso a cien con la hazaña de su equipo. El diario 'Bild' contaba ayer que fue multado por superar en 40 kilómetros por hora el límite de velocidad en una autopista de Gelsenkirchen. Maradona, que había reservado el mismo día habitación en cuatro hoteles de lujo de la ciudad, tuvo que pagar una sanción de 200 euros. Y eso que el policía declaró ser un fan del 'pibe de oro'.

El día después del 6-0 se consumió en una euforia contenida. Los jugadores más avezados, como Esteban Cambiasso, apelaron a la mesura y el trabajo diario. «Sabemos el potencial que tenemos. Después de ganar a Costa de Marfil la misma prensa dijo que Argentina mostraba muchas dudas. Hoy dice que seremos campeones del mundo. Y mañana quizá volverán las dudas, ojalá no. Se habla y se habla. Pero nosotros tenemos que estar tranquilos y saber lo que podemos dar», reflexionó.

El centrocampista del Inter, autor de un gol maravilloso que aún no ha tenido la oportunidad de ver en imágenes, jugó en sustitción de 'Lucho' González', que sufrió un leve desgarro en el abductor izquierdo por un resbalón. Si no surgen problemas, el futbolista del Oporto podría reaparecer en el torneo en el caso de que Argentina supere los octavos de final, ya que su edema muscular es leve, según diagnosticó el médico de la albiceleste, Donato Villani.