Serranos
Actualizado:Los Serrano ha entrado en lo que podríamos llamar fase de cameos: cada semana aparece alguien nuevo, para estar un ratito o para quedarse, sea Ana Rosa Quintana o sea Kira Miró, a la que veíamos esta semana en un inquietante papel. El objetivo de estos esfuerzos es transparente: seguir llamando la atención de un público aún numerosísimo, pero decreciente. A Los Serrano le está ocurriendo lo mismo que a todas las series que duran demasiado: que la historia se agota, de modo que la acción pasa a descansar exclusivamente sobre los personajes.
Es imposible prolongar un relato durante cinco, seis, siete temporadas, sin que la historia pierda interés. Todos los relatos empiezan, se anudan y terminan; pero en la tele vemos que los productos de éxito empiezan, se anudan, terminan pero sólo un poquito y se pierden en un perpetuo nudo hasta que baja irreparablemente el share. Cuando la narración se sitúa en un mundo exterior a los personajes -una comisaría, un hospital-, la prolongación puede ser beneficiosa, porque el filón narrativo es muy rico. Pero cuando se trata de comedias corales, de personajes en un escenario doméstico, como en Los Serrano o en Aquí no hay quien viva, el espectador percibe que ya no hay nada más que contar.
El agotamiento afecta a la calidad objetiva del producto, pero no a su rentabilidad. La cuestión es si, a la larga, no afectará también a la calidad de la producción televisiva en general. En 7 vidas lo vieron claro: el relato se había agotado y ya no había nada más que contar, pero tuvieron la excelente idea de recurrir a lo que los americanos llaman spin off, una serie hija de la primera. Y se encontraron con la sorpresa de que la hija, Aída, mejoraba los logros de la madre. Me pregunto si esto del spin off no sería un buen reto para nuestras productoras. Los Serrano ha creado un mundo del que han salido muchos personajes que ya podrían caminar solos, incluso con argumentos más interesantes; pensemos en el plantel juvenil de la serie, que ha crecido en calidad interpretativa al tiempo que mengua en interés narrativo. Ese huerto merece mejor cultivo.