LARGA DISTANCIA. Un jugador efectúa un golpe en una de las jornadas de prueba del nuevo campo de golf Lomas de Sancti Petri, en Chiclana. / LA VOZ
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Cádiz estrena este verano su primer complejo de golf en la Sierra y el cuarto en Chiclana

Arcos Gardens está vinculado al turismo residencial, con 500 casas, y creará 200 empleos directos El Lomas de Sancti Petri abre a finales de mes 9 hoyos y reforzará la oferta para turistas y gaditanos

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Otros dos proyectos empresariales vinculados al golf están listos para arrancar en Cádiz. Ambos harán caja desde este año tras inversiones millonarias, con decenas de empleados en nómina y con el empuje del deporte como reclamo, aunque sus concepciones del negocio turístico son diferentes. El Lomas de Sancti Petri, promovido por Grupo Jacaranda, es un campo de golf volcado en el turista, que absorberá clientes de la planta hotelera del Novo y buscará atraer también jugadores gaditanos. El Arcos Gardens, propiedad de la familia Mora Figueroa, es el primer complejo de hotel y viviendas ligados a un campo de golf en la Sierra y el objetivo es que sean residentes y socios los que recorran su césped.

A tres kilómetros de la Peña de Arcos, el hotel rural Cortijo Faín abre sus puertas el próximo martes tras su última rehabilitación, unido a nueve hoyos del campo de golf que los Mora Figueroa han construido en la finca. Aunque las bolas recorren el circuito desde hace algunos meses, no será hasta octubre cuando se produzca la inauguración definitiva del campo completo. Será el principio de un desarrollo inmobiliario pionero en la comarca, que incluye 500 viviendas y un hotel de 100 plazas calcado al actual Cortijo.

Inversiones y empleo

El campo de golf y la restauración del caserío, con 20 millones de euros de inversión, han generado 60 empleos directos y 200 indirectos, que se triplicarán cuando el complejo alcance su madurez, según las previsiones de Rafael Orbaneja, director del proyecto. «Hemos creado un campo de golf de alta competición, que aspira a acoger torneos internacionales de primera línea dentro de tres años. Ahora es cuando empezamos a promover las viviendas», explica Orbaneja.

Ya se han vendido 75 propiedades previstas en la zona, el 60%, a españoles. «Son caras, pero accesibles. No nos hemos alejado del cliente nacional». El ejemplo, adosados de 130 metros cuadrados por 380.000 euros. Todo rodeado de los olivos de los que algún día, hace ya décadas, vivieron los propietarios de la finca.

El Arcos Gardens ya está algo rodado, pero en el nuevo campo de golf de Chiclana las bolas no empezarán a volar hasta el 30 de junio, según apuntó ayer su directora comercial, Nicole Lehmkhul. Está situado junto al Apartahotel Tartessus, en la Loma de Sancti Petri, la última zona de expansión de Chiclana antes de encontrarse a Conil. Allí se acaba la construcción de una casa-club provisional para atender a los primeros jugadores, mientras que un equipo de 17 jardineros se afana en que los nueve primeros hoyos estén perfectos a finales de mes.

«Este es un negocio dirigido al turismo. Su éxito dependerá de la venta de green fees (partidas). Como el sector aquí, tendremos una temporada alta de clientes nacionales en verano, y el resto del año predominarán los de otros países», explica Lehmkhul, que ya ha cerrado acuerdos con touroperadores alemanes, holandeses, británicos y suecos.

De vigilantes a profesores

Grupo Jacaranda, sociedad gaditana dedicada a los sectores inmobiliario y de ocio, ha invertido más de 12 millones de euros en configurar las Lomas y el campo ha creado 40 empleos, desde los vigilantes a los profesores que atienden la escuela (Practeegolf), abierta desde el año pasado.

La academia está situada en terrenos que son propiedad del Ayuntamiento de Chiclana, y que han sido cedidos a la empresa para «llevar el deporte del golf a todo el mundo». Este año se han organizado cursos gratuitos para 200 escolares chiclaneros. «Los cursos de iniciación duran seis horas, cuestan entre 75 y 95 euros, y aseguran que el alumno sale de aquí golpeando la bola. Este no es un deporte elitista, pese a los prejuicios», asegura José Luis Márquez, director de la escuela.