Los agricultores denuncian presiones para tratar sus campos
Critican que algunos comerciales de casas de fitosanitarios les insisten para que utilicen sus productos La producción integrada ahorra sólo en el algodón nueve millones de euros
Actualizado:Algunos agricultores de la provincia, sobre todo los que cultivan algodón, se han quejado de la enorme presión a la que les están sometiendo los agentes comerciales de algunas casas de fitosanitarios para que utilicen en sus tierras y cultivos los productos fitosanitarios que ellos venden, llegando en algunos casos a recomendar el tratamiento en zonas en las que su uso no es necesario.
Fuentes de la organización agraria COAG confirmaron estos días que muchos agricultores les han informado estos días de estas presiones de las casas comercializadoras que sólo sirven para que los márgenes de beneficios de los trabajadores del campo se reduzcan por el coste de los productos. Estas mismas fuentes advirtieron de que «estos agentes se aprovechan de la mentalidad de muchos agricultores, que piensan que siempre hay que estar tratando la tierra, e incluso llegan a desmentir los consejos de los técnicos de las organizaciones y a manipular la realidad».
Esta insistencia de las casas de fitosanitarios se produce en esta época porque es precisamente en estos meses desde junio a agosto cuando hay que aplicar la mayoría de los tratamientos químicos, sobre todo en cultivos como el algodón, que habitualmente necesita muchos cuidados.
En contra de los argumentos de los comerciales, desde COAG insistieron ayer en las ventajas de ahorrar costes a través de los programas de producción integrada, que «no sólo es un sistema de trabajo respetuoso con el medio ambiente, que recibe más subvenciones y que tiene un valor añadido en el mercado, sino que además supone un verdadero desahogo para el bolsillo del agricultor».
Menos costes
En el caso concreto del algodón, los cálculos de esta organización agraria apuntan que el método tradicional de cultivo tiene un coste de unos 2.330 euros por hectárea, mientras que en una Agrupación de Producción Integrada (API) se rebaja la cifra a 1.372, casi 1.000 euros de ahorro.
En esta tesitura, y teniendo en cuenta que el 80% de las hectáreas que se han sembrado en la provincia de Cádiz (las estimaciones hablan de 11.895) son de producción integrada (9.516), el ahorro al evitar el uso de los fitosanitarios, la dosis de siembra, los fertilizantes o los plásticos -debe hacerse al aire libre- suma más de nueve millones de euros, que repercuten directamente los beneficios que obtendrán los productores de la zona.