La Unión Europea se da otro año para superar el rechazo a la Constitución
Los líderes comunitarios, que cierran en Bruselas el semestre austriaco, vuelven a aplazar el estudio de la crisis
Actualizado:La integración europea vive momentos de incertidumbre y desconcierto, y la reunión que hoy tienen previsto celebrar en Bruselas los jefes de Estado y de Gobierno de la UE no clarificará la situación. La cumbre con la que concluye la presidencia austriaca se celebra bajo dos presiones de signos contrapuestos: la parálisis objetiva a la que la evolución de la UE se encuentra sometida tras los rechazos franceses y holandeses al proyecto de Constitución, y la dinámica impuesta por la realidad cotidiana de una agrupación de veinticinco países tan singular como la Europa comunitaria.
La Unión será de veintisiete miembros con gran probabilidad de que el año que viene ingresen Bulgaria y Rumania, y aspira a congregar a más de treinta a lo largo de la próxima década, con la suma de Turquía y de los países de los Balcanes occidentales -Croacia, Serbia, Montenegro y Albania- que no forman todavía parte de ella. La fallida Constitución europea es, para incomodidad general, la estrella de la reunión. Los líderes comunitarios le dedicarán la cena de hoy, pero no se esperan novedades en este frente, sino, en todo caso, la prórroga del período de reflexión acometido hace ahora un año, por lo menos hasta que se produzcan cambios en los Ejecutivos de Francia y Holanda. No se dan, hoy por hoy, las circunstancias para retomar el debate sobre las necesidades de la Unión, y los líderes comunitarios apenas podrán ofrecer, hoy y mañana, otro mensaje que la determinación por resolver el problema. Cómo hacerlo es otra cuestión. La canciller Angela Merkel se consolida como la persona justa en el momento oportuno para sacar a la UE de su impasse.
Requiere para ello de tiempo. La ocasión propicia la marca el mandato de Berlín al frente de la UE, que arranca el 1 de enero próximo, y en cuyo transcurso tendrán lugar las presidenciales francesas y las legislativas holandesas. Alemania, según diversas fuentes consultadas, pretende, por encima de todo, salvar el proyecto de Unión Política de la UE revocado por franceses y holandeses. Busca solapar la salida de la crisis con el debate sobre las políticas de la Europa comunitaria y su financiación, que los Estados miembros deberán acometer en 2008 o 2009. El canciller austriaco, Wolfgang Schüssel, que presidirá hoy la cumbre, considera que la crisis podría verse concluida a finales de 2008, durante la presidencia francesa. Ayer, el presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, defendió su papel en este proceso, rechazando la idea de que Europa está paralizada. Citó como logros mayores de este ejercicio el acuerdo sobre Perspectivas Financieras, el relanzamiento de la Agenda de Lisboa, el acuerdo sobre la directiva de servicios y el compromiso sobre verificación de substancias químicas para uso doméstico.