DE ESTRENO. Félix J. Palma presentó ayer su novela en Cádiz. / GONZALO HÖHR
FÉLIX J. PALMA ESCRITOR

«Miro a mi alrededor y no veo los libros que yo quisiera leer»

Habitual autor de relatos cortos, presenta ahora su segunda novela: 'Las corrientes océanicas'

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La vida tiene recodos de perfiles siniestros, caminos hacia la nada, bisagras secretas que dan sentido a la existencia. Félix J. Palma (Sanlúcar de Barrameda, 1968) ha ex-plorado en su segunda novela los inexplicables resortes del azar, el absurdo sentido de la vida en un intenso texto que se ha alzado con el XV Premio Internacional de Novela Luis Berenguer. Las co-rrientes oceánicas narra «el viaje iniciático» de un hombre desesperado que encuentra en el detalle más absurdo la razón de su su-pervivencia. Prolífico escritor de cuentos, Palma reconoce que el gé-nero corto forma parte del esqueleto de esta obra «escrita con materiales imprescindibles».

Tras haber perdido a su hijo en un accidente de tráfico y ser abandonado por su mujer, Alberto Ba-llesta toma la decisión de suicidarse. Cuando lo tiene todo preparado descubre en el cuarto de su hijo un puzzle al que le falta una única pieza. Su búsqueda, primero por el dormitorio, más tarde por la casa y, finalmente, a través de las más de trescientas páginas de la novela, se convertirá en el lev motiv de un personaje para el que se reservan las más insólitas aventuras. Desde el confort de una vida anodina hasta los peligros de una salvaje secta satánica.

«Me gustan los personajes extremos que se enfrentan a cruzadas delirantes. Las tramas que introducen una acción ridícula en mi-tad de la tragedia. El protagonista es un antihéroe que sufre una enorme transformación a lo largo del argumento pues la persona que pone la primera pieza del puzzle no tendrá nada que ver con la que pone la última», relata.

Como trasportado por esas fuerzas de la naturaleza que rigen inexorablemente las mareas, el protagonista de la trama se siente «tan desarropado de su vida durante la obsesiva búsqueda de la pieza que empieza a verla de una manera distinta. Así termina dándose cuenta de cuánto ha querido a su hijo, redimiéndose ante él, ante sí mismo y ante su mujer».

La fuerza del cuento

Consagrado autor de relatos con compilaciones como Las interioridades o Los Arácnidos, Palma reconoce en el texto una novela «que puede resultar engañosa». «Es una mezcla de géneros donde siempre hay un giro, fruto quizás de mi ex-periencia como narrador breve. He querido que tenga las cosas buenas del cuento incorporándole otras que, por su corta extensión, éste no permite, como la acción o la incorporación de nuevos marcos dramáticos», explica .

Con ciertas reminiscencias de la novela norteamericana y el sello inconfundible de un autor irónico y juguetón, el texto se convierte en una galería de personajes que mantienen la tensión hasta la última página. «Me he divertido mucho escribiéndola», reconoce sonriente.

Inmerso ahora en la escritura de un argumento fantástico inspirado en la época victoriana, Palma cree haber ganado experiencia desde aquella novela joven, La hormiga que quiso ser astronauta, que inaugurara el género. Ahora, más seguro y «sintiéndose escritor», aborda sus proyectos con afán de experimentación. «Quisiera probar con relatos que violasen todas las leyes del género y, claro, continuar con la novela. En estos momentos miro a mi alrededor y no encuentro los libros que yo quisiera leer así que intentaré hacerlo yo».