PREMIADAS. Dos de las participantes, ayer. / TAMARA SÁNCHEZ
Cultura

Unos 300 alumnos escriben 'Cuentos para flipar con la vida'

Diez relatos fueron los premiados entre 192 obras El premio es la publicación de los originales en un libro

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El certamen de relatos Flipa con la vida, organizado en su quinta edición por la delegación de Políticas Sociales y del Mayor, ha registrado la participación de 292 alumnos con un total de 192 obras. Entre ellas se han seleccionado diez y el premio es la publicación de los relatos galardonados en un libro con las fotos de todos los participantes. La delegada, Marina de Troya, entregó ayer los diplomas a todos los participantes en la Sala Compañía.

Uno de los cuentos premiados, titulado La botella y su ilusión, escrito por Auxiliadora Vázquez, del colegio Jesús María La Asunción, es la historia de Botella Bella, que tuvo la mala suerte de contener alcohol. El relato dice así: «El sábado me compraron unos chavales muy simpáticos, pero ¿qué tontos! Me llevaron a una plaza donde había otros muchos jóvenes aunque había algunos que parecían niños. Ese lugar se llamaba Botellón. La mayoría de los que allí habían parecían raros, como si estuvieran locos, aunque los jóvenes que me compraron estaban normales, pero sólo hasta que me abrieron y empezaron a beber el traicionero contenido que llevaba dentro. Algunas de mis amigas no sabían el daño que estábamos haciendo, yo, por desgracia, sí lo sabía y lloré de rabia e impotencia. Al final de la noche estaba, junto a otras hermanas, tirada por el suelo resultado de una noche loca».

Es sólo una muestra de lo que el jurado leyó gracias a este certamen, destinado a sensibilizar a los alumnos sobre los hábitos de salud y en contra del consumo de drogas.

Otro de los relatos premiados fue el de Miriam Pozo y Mohamed Amin Fatimí, del colegio San Juan de Dios. Se titula La pelota y el trompo y cuenta la historia de estos dos juguetes, truncada por la aparición de un personaje más, el cigarro: «Y el cigarro se dedicó a quemar todas las plantas del parque y los campos. ¿No quemes, por favor!- dijo la pelota. ¿Y por qué no he de quemar? Porque es malo e incendiarás todo el parque y todos los campos».