Las discrepancias en la 'coalición naranja' ucraniana obligan a Yúshenko a buscar otros aliados
Actualizado:Tras casi tres meses de infructuosas negociaciones dentro de la llamada coalición naranja para formar Gobierno, el partido Nuestra Ucrania, liderado por el presidente Víctor Yúshenko, anunció ayer que buscará otros aliados. Dada la composición de la Rada (Parlamento), Yúshenko sólo puede negociar con su antiguo adversario, el prorruso, Víctor Yanukóvich, frustrando así el sueño de Julia Timoshenko, la Pasionaria eslava, de volver a dirigir el Ejecutivo.
El presidente ucraniano se deshizo de Timoshenko, su principal aliada durante la revolución naranja, en septiembre del año pasado, cuando la destituyó al frente del Gobierno, y pactó con Yanukóvich, el enemigo a batir en aquella revuelta. Las legislativas de marzo pasaron factura a Yúshenko por aquella traición. El ganador de los comicios fue el Partido de las Regiones, el de Yanukóvich, con 186 escaños sobre un total de 450. En segundo lugar quedó el Bloque Timoshenko, con 129 escaños. Nuestra Ucrania obtuvo sólo 81 escaños, 33 los socialistas y 21 los comunistas.
Yúshenko pareció haber entendido el mensaje y se sentó a negociar con Timoshenko y los socialistas, reanimando la vieja coalición naranja, pero no han podido ponerse de acuerdo. Una visita del presidente estadounidense, George W. Bush, que debería haber tenido lugar este mes, se ha cancelado por estar el país aún sin Gobierno. En el comunicado distribuido por el partido de Yúshenko se culpabiliza a los socialistas del fracaso de las negociaciones. «Es lamentable que las ambiciones personales de Alexánder Moroz hayan frustrado el intento de crear una coalición. El Partido Socialista demuestra su falta de responsabilidad», se decía en la nota. Moroz, el líder de los socialistas exigía para sí la presidencia de la Rada, cargo que, a juicio de Yúshenko, debe ocupar Yuri Yejanúrov, el actual primer ministro en funciones.
Maniobra
Timoshenko sospecha que se trata de una «maniobra» del presidente para evitar tener que nombrarla a ella primera ministra. Sin los socialistas no puede existir coalición naranja, ya que faltan escaños. De esta forma, a Yúshenko sólo le queda aliarse con Yanukóvich y tendrá que hacerlo pronto. De acuerdo con la legislación ucraniana, si en el plazo de tres meses no se ha conseguido consensuar un Gobierno, hay que convocar de nuevo elecciones. El máximo dirigente ucraniano ya afirmó la semana pasada que repetir los comicios sería una «enorme irresponsabilidad». El plazo para formar Gobierno vence el próximo día 27.