Messi está triste
Su suplencia el pasado sábado en el estreno de la albiceleste ha provocado el malestar del joven argentino y una ola de críticas en el país
Actualizado:El pícaro y risueño gesto de Leo Messi ha mutado en una expresión de pena y malestar. La joven estrella, para muchos el nuevo Diego Armando Maradona, está triste desde el pasado sábado. La decisión de José Pekerman, técnico de la albiceleste, de dejarle en el banquillo ante Costa de Marfil ha dejado 'tocado' al jugador del Barcelona. Y pese a la victoria, un tanto raquítica, la suplencia ha prendido la mecha de las críticas de la exigente Prensa argentina y de unos aficionados que saltan a la mínima. Todos quieren a su 'Pulga' en el campo a pesar de que hace poco que se ha recuperado de una lesión que le impidió acabar la temporada en el Barça.
No les sirve de excusa, le adoran. Messi sedujo a Argentina el pasado verano cuando condujo a la Sub'20 al título mundial. Entonces, fue nombrado mejor jugador del torneo y consiguió la 'Bota de Oro'. «Si juega esta temporada -por la pasada- en el Barcelona hay que pensar en los otros 22 para Alemania», sentenciaron Julio Grandona, presidente de la Federación Argentina, y Pekerman, nada más concluir el torneo de Holanda en 2005.
Pero un año más tarde el técnico parece que ha cambiado de opinión. De hecho, se altera cada vez que oye la palabra 'Messi'. Le enerva. Lo evidenció el lunes por la mañana cuando un hincha de 35 años gritó al seleccionador: «¿Hasta cuando le dejará en el banquillo?». El 'míster' perdió los pocos nervios que le quedaban. «¿Por qué no vienes tú aquí y haces mi trabajo?», le respondió el 'míster', consciente de que un fracaso en Alemania sin Messi y Tévez, el otro objeto de deseo del público, provocará que sea el foco de todas las censuras.
Mientras, Messi, con la timidez propia de un chaval de 18 años, elude la polémica. Ya la crea su padre Jorge por él. «Está molesto porque se encuentra en buen estado», desveló el progenitor. La 'Pulga' se muestra cauta. «Tengo muchas ganas de jugar. Pero lo único en lo que pienso es en practicar y estar bien para cuando Pekerman piense que puede estar con el equipo», admitió este atacante, que debutó con la albiceleste hace poco menos de un año ante Hungría, la misma selección con la que se estrenó Maradona. Aunque en aquel partido, Messi fue visto y no visto; 47 segundos y expulsado por una fuerte entrada a un rival.
Una esperanza
La suplencia de este futbolista, que firmó su primer contrato con el Barça cuando aún tenía 13 años en una servilleta, se ha convertido en un asunto de estado. Hasta Maradona, que hace un año dijo que deseaba que Messi portase su '10' en la albiceleste, y Valdano han entrado en escena. Después de visitar la concentración sudamericana el pasado lunes, el astro argentino, que no puede estar callado, se posicionó a favor de su teórico sucesor y de Tévez: «Les he visto muy afilados, están bien y preparados para dar el zarpazo». Pero 'sólo' es la opinión del mejor jugador de todos los tiempos en aquel país. No la del seleccionador. Pekerman sigue en sus trece. El viernes, contra Serbia, repetirá la fórmula que le dio la primera victoria ante Costa de Marfil: Saviola y Crespo en punta.
Messi, por tanto, seguirá esperando. Triste, apenado, en un lugar, el banquillo, que poco ha tocado. Aunque guarda una esperanza. En el Mundial Sub'20 del pasado verano empezó así, de suplente. Pronto, el técnico se dio cuenta de su error. Titular y campeón. ¿Seguirán Pekerman y Argentina el mismo camino?