El regreso de Juan Valdez
Tras la jubilación del actor que encarnaba al famoso cafetero, Colombia busca un sustituto entre 400 dobles
Actualizado: GuardarVerlo envejecer ha hecho a Colombia sentirse mortal de repente. Y es que con Carlos Sánchez Jaramillo, el campesino que personificó a Juan Valdez durante treinta y siete años, han crecido casi cuatro generaciones de colombianos. A sus 71 años de edad, se jubila. «Tengo algo en qué acomodar mi tiempo. Pintaré acuarela», asegura.
A los colombianos, sin embargo, cambiarlo por otro les produce melancolía. Durante tres décadas, Carlos Sánchez ha promocionado el café de Colombia en más de un centenar de países. No en vano, el año pasado la imagen de este campesino afable y risueño fue elegida como el icono publicitario más importante de Estados Unidos. Por eso la exigencia será grande cuando a finales de este mes sea presentado públicamente el sucesor de Sánchez. «El personaje y la marca seguirán vigentes por siempre, pero ahora tendrán un Juan Valdez renovado, más consecuente con los cambios ocurridos en el mercado internacional, los gustos de los consumidores y las nuevas tendencias», explicaba a los medios de comunicación locales Gabriel Silva, presidente de la Federación de Cafeteros de Colombia.
La tarea no ha sido fácil. Desde 1959, cuando fue creado, a Juan Valdez lo han representado dos personas. El cubano José Duval, un actor residente en Nueva York, lo personificó durante la primera década. Luego llegó Sánchez, un hombre que fue arrullado en una camilla para secar café. Nacido en Fredonia, un pequeño pueblo de Antioquia Carlos Sánchez es él mismo un agricultor cafetero. Actualmente vive en Medellín, donde trabaja en su estudio de diseño gráfico en el que crea serigrafías, aunque también conserva su pequeña granja de café, donde pasa fines de semana con su familia.
«Ser Juan Valdez me cambió mucho la vida porque me ayudó. Sinceramente, veo que yo no tenía las puertas abiertas en todas partes y ahora sí. Me han condecorado y he tenido casi todas las felicidades mundanas», ha manifestado Sánchez una y otra vez cuando le han pedido que hiciera balance de su vida. Pero de alguna manera se le nota aliviado.
En la Federación, mientras tanto, el reto por encontrar a la persona idónea que garantice la aceptación de los consumidores, no ha sido cualquier cosa. El futuro Juan Valdez, aparte de los 1.75 de estatura, bigote poblado y no más de 50 años, debe tener carisma y a la vez sentirse orgulloso de lo que es y representa. Silva, un politólogo de 47 años de edad, explica que encontrarlo es tan complejo que por eso desde el año 2004 empezaron a buscarlo con la ayuda de dos multinacionales y una empresa local. Hoy, y tras una detallada selección, hay diez finalistas de los 400 candidatos que en un principio se presentaron. De entre ellos escogerán un principal y dos suplentes.
Bien remunerado
La competencia ha sido reñida porque los aspirantes a Juan Valdez saben que el trabajo es estable, bien remunerado y con beneficios extra: un día se puede estar en la final del Abierto de Estados Unidos; al otro, en una pista de esquí en Suiza; y al día siguiente, departiendo con las divas de Hollywood.