Un instrumento contra la conflictividad familiar
Los niños que han vivido una separación o divorcio en sus hogares son los principales destinatarios de los servicios que ofrece Mediante desde hace dos años
Actualizado:En Jerez existe un clara tendencia al alza en materia de separaciones y divorcios, que a su vez origina un notable incremento de lo que se puede denominar como conflictividad familiar. De hecho, más de un 30% de las parejas que deciden acabar su relación no logran alcanzar acuerdos de ningún tipo, lo que provoca que en el caso de que haya hijos nacidos del fruto de estas uniones sean ellos, y nada más que ellos, la principal causa de disputa.
Para evitar que los niños, muy pequeños en un alto número de ocasiones, vivan este proceso de forma traumática, decenas de profesionales se esfuerzan a diario en la localidad. Asimismo, existe una asociación que desde hace ya dos años vela por la integridad de estos pequeños para que los duros momentos que se producen tras una separación o divorcio no lleguen a afectarles más de lo necesario. Esta organización, sin ánimo de lucro, es Mediante y su principal servicio es la creación de un punto de encuentro único en la comarca.
En Mediante trabaja un equipo de profesionales creado sólo y exclusivamente por mujeres que destinan buena parte de su tiempo a esta labor. Josefina Benítez es la abogada y mediadora familiar; Silvia González es la psicóloga del centro; Mariela Pereira y María del Carmen Domínguez son las educadoras familiares, y Manoli Benítez es la monitora sociocultural. Todas y cada una de ellas tienen bastante claro que «los niños son nuestro principal objetivo a la hora de intentar mediar en estos desagradables procesos», como indica María del Carmen.
Y es que hay que recordar que «la inmensa mayoría de las parejas que llegan hasta este centro han vivido situaciones verdaderamente tensas en casa que no han hecho más que incrementar el dolor e incluso odio hacia sus antiguos cónyuges y eso los pequeños lo perciben de una forma clara, y sin lugar a dudas los marca en su forma de ser y actuar, sobre todo, de cara a los padres», como comenta Josefina.
En numerosos de estos casos existen incluso órdenes de alejamiento que impiden a los padres de los menores no pueden acercarse al domicilio familiar o la madre de estos niños debido a los malos tratos llevados a cabo durante la convivencia. «Cuando se dan estos casos generalmente lo que se suele hacer es que los padres vengan con media hora de antelación al centro. Ellos esperan dentro, en un de nuestras salas, y cuando llega la madre nos entrega el niño a alguna de nosotras. Ella se va y es entonces cuando el pequeño ve a su padre», según explica la mediadora.
Los encuentros entre estos padres y sus hijos, que han sido establecidos a través de un régimen de visitas, son, en un alto porcentaje de casos, «tensos» ya que hay que tener en cuenta que «los padres no saben qué decirles a sus hijos. Muchos llevan años sin verlos o sencillamente los nervios no los dejan actuar. Además muchos de estos pequeños se encuentran condicionados contra la figura paterna por lo vivido en el núcleo familiar o por lo que han oído de él», como sostiene la psicóloga de Mediante, Silvia González.
De igual forma, estas mediadoras presencian la reunión entre padres e hijos «porque podemos ayudarlos a que empiecen de nuevo a coger confianza y también sirve para que las madres estén tranquilas». No obstante, ellas quieren dejar bien claro que «nosotras sólo somos intermediarias. Sólo estamos para que se cumpla la ley y se respeten los regímenes de visita impuestos por un juez, no nos implicamos en quién tiene razón o no». Aunque en algunas ocasiones «es cierto que es difícil guardar las distancias. Se ha dado algún caso en el que sabes que tienes enfrente a un hombre que ha maltratado reiteradas veces a su mujer y eso , creeme, es muy duro...»
Otro de los objetivos del trabajo de estas mujeres es reducir al mínimo los conflictos que hay después de las separaciones o divorcios, ya que «si nosotros somos los que mediamos se ha demostrado que ha habido un 80% de acuerdos entre estas antiguas parejas».
Sólo queda recordar que Mediante es una asociación que, como ya publicara este medio hace algunos meses, atiende a más de 350 usuarios en un espacio de 56 metros cuadrados y que no recibe ningún tipo de ayuda de carácter institucional.