FIGURA. Pirlo celebra el gol que adelantó a Italia en la primera parte. / REUTERS
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Italia aprovecha los regalos

Dos errores defensivos de Ghana facilitaron la victoria de la selección que prepara Lippi Los dos equipos firmaron un partido con ritmo y alternativas

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«La mia Italia piacerá alla gente», proclamó Lippi en la víspera del

partido. No necesita traducción, pero sí una interpretación. Gustar, tanto como gustar... Ganó, que es bastante. Y jugó Totti una hora, que era uno de los grandes acontecimientos de la noche. Y llegó bastante a la puerta rival, que tampoco está mal... Pero su juego, por inexistente, dejó indeferente a la mayoría, aunque los tifossi disfrutaran con la victoria de su selección, que en el fondo, a estas alturas de la vida, y con la que el fútbol italiano está pasando, ya es mucho.

O las dos selecciones que ayer cerraron la jornada en el WM stadion de Hannover atacan muy bien o defienden muy mal. O las dos cosas, que es lo que sucedió. Italia y Ghana llegaron a las áreas contrarias con una facilidad, decisión y naturalidad fuera de lo común. Ida y vuelta y ocasiones para regalar. Desde el principio hasta el final.

Comenzó sin dueño el partido. Manso, manso, pero a raíz de un latigazo de Toni al larguero que botó fuera como podía haber botado dentro, se animó el panorama. Los africanos, potentes, siempre en movimiento, ambiciosos y sin complejos, se lanzaron hacia Buffon con tanta fuerza como escasa puntería. Siempre alto, bastante alto apuntaban Essien y compañía. El peligro italiano llegaba a balón parado. Complicado defender tan mal los saques de esquina como Kingston y la misma compañía. El portero no veía una y sus compañeros, tampoco.

Fallo colectivo

Y fue en un córner cuando les quitaron la maleta. Parece mentira que casi todos los jugadores de la selección africana estén jugando en las Ligas europeas y puedan cometer errores tan graves de concentración. Totti sacó desde la esquina y dejaron que Pirlo recibiera fuera del área, escorado, pero totalmente solo. Con metros para controlar, se perfiló el balón a su pierna derecha y lo cruzó con potencia y dirección lejos de la estirada de Kingston. Un preciado gol a cinco minutos del descanso.

Como Ghana salió desbocada tras el descanso, Italia encontró espacios y sus contras llevaban casi más peligro que el dominio africano. Continuó el festival de oportunidades. Gilardino, Essien, Perrotta... y los de Lippi comenzaron a dar por bueno el resultado.

Penalti no pitado

Pero no bajó los brazos Ghana. El árbitro brasileño no quiso saber nada del empujón de De Rossi a Assamoah que era penalti -después hubo otro con los mismos protagonistas, pero dio la sensación de que el delantero exageró su caída-. Según pasaban los minutos, Lippi fue reconstruyendo su equipo con la entrada de Camoranesi, Iaquinta y Del Piero, mientras los africanos iban perdiendo claridad y confianza al mismo tiempo que les iban falllando las fuerzas.

El partido se cerró de forma definitiva en otro fallo defensivo de Ghana. Kuffour calculó mal una cesión a su portero y Iaquinta, que perseguía el balón, se encontró con él y superó con facilidad a Kingston. Punto final. Sobraron los diez últimos minutos del encuentro e Italia seguro que habrá recuperado parte de la autoestima que había quedado rasgada por las impurezas de su fútbol. No hay como las victorias para curar heridas.