«Amor, me matas con tu cariño»
Actualizado: GuardarLo peor que le podía pasar a la reforma laboral pactada entre Gobierno y los agentes sociales es que la elogiara el Partido Popular. Y eso es precisamente lo que ha ocurrido. Este fin de semana, el PP ha calificado de positiva la minireforma aprobada por Decreto Ley el pasado viernes. Para que no se le notara demasiado la alegría, ha pedido su tramitación parlamentaria porque cree que modifica el Estatuto de los Trabajadores y lamenta que estén ausentes del laborioso pacto, la negociación colectiva, la siniestralidad y la Formación Profesional. Esa no es la carencia fundamental de este acuerdo que ha llevado 14 meses de reuniones y ha nacido con el propósito de que sus firmantes se hagan la foto para justificar sus sueldos. Lo importante es que no incluye la parte más enojosa: la reforma de las pensiones. Dice el ministro que se firmará entre el 14 y el 30 junio por problemas de agenda. Pero puede que sea más cierto que todos hayan querido separar el miniéxito de un acuerdo menor, que trata de fomentar la contratación indefinida frente a la temporal, del trágala que aumenta el número de años de trabajo para tener derecho a una pensión y penaliza las jubilaciones anticipadas.
La guerra de amores y desamores, celos y memoriales de agravio entre gobiernos, empresarios y sindicatos es un juego de niños comparada con los odios y enfrentamientos, rencores y puñaladas traperas entre el poder y la oposición. Por eso tiene su erótica particular que el PP alabe un acuerdo entre el PSOE y los agentes sociales. Dan ganas de acudir a Salomón, Ovidio, San Juan de la Cruz; al Cantar de los Cantares, al Ars Amandi, al Cántico Espiritual para buscar una explicación a este amor-tortura, premio-castigo, declaración que tiene más de sadomasoquismo que de sublimación de los sentimientos. Parece como si el PP le hubiera dicho al PSOE: «Lo hago porque te quiero». A lo que el Gobierno debería susurrar en los oídos de la oposición: «Amor, me matas con tu cariño».