Valor añadido de embotellar
Actualizado:Exvina está en constante proceso de inversión y modernización, y pese a sus escasos años de vida ya tiene planes para ampliar y reformar sus instalaciones y adaptar mejor su espacio a sus necesidades. Y es que, como explica Cristina Asenjo, «los graneles ocupan mucho espacio».
En su sede del Parque Empresarial, esta empresa vinagrera de perfil innovador cuenta con unas instalaciones en las que además de una zona de recepción y de oficinas, tienen sus naves de fabricación, envejecimiento, almacén y embotellado.
En estas instalaciones desarrollan el proceso 100% natural por el que convierten en vinagre el vino, gracias a la acción de unas bacterias acéticas que se aceleran con aire en los dos acetatos. También tienen depósitos de almacenamiento y botas en las que el producto ya entra como vinagre para su envejecimiento.
Exvina también cuenta con un tren de embotellado que es todavía modesto, pero que llega a producir unas 3.000 botellas por hora. Antes se hacía todo manual, pero en cuanto descubrieron el valor añadido que supone embotellar en origen apostaron por que todo lo que fuera posible saliera de la empresa ya listo para la venta. No en vano, «es un paso que teníamos que dar para acercanos a un consumidor que es cada vez más elitista y que tiene como poco más de dos años y medio en bota».