Federer sufre donde Nadal arrasa

La cara de Roger Federer reflejaba el impacto de la derrota y hasta su voz denotó lo duro que era afrontar que no solo este año, sino quizás en los futuros, su drama personal en Roland Garros continuaría mientras el español Rafael Nadal se mantenga en el circuito.

Federer pertenece ahora a un grupo de jugadores que en la historia del tenis han logrado tres de los cuatro grandes, Abierto de Australia, Wimbledon y Abierto de Estados Unidos, pero nunca pudieron levantar la Copa de los Mosqueteros. Su derrota en París ha sido dura porque le ha impedido configurar lo que se iba a denominar el "Federer Slam".

Y ahora incluye su nombre en una lista en la que ya figuraban históricos como John Newcombe (AUS), cuartofinalista en 1965 y 1969, Arthur Ashe (USA), cuartofinalista en 1970 y 1971, Boris Becker (ALE), semifinalista 1987 y 1989, Jimmy Connors (USA), semifinalista en 1979, 1980, 1984 y 1985, Stefan Edberg (SUE), finalista en 1989, y Pete Sampras, semifinalista en 1966.

El helvético y Edberg, son por el momento los que más cerca han estado de triunfar en París. Edberg disputó la final de 1989, pero allí se encontró con el estadounidense de origen chino Michael Chang, en estado de gracia, y la raqueta de Vastervik cedió una gran oportunidad.

Primera final

Doce números uno, incluido Federer, no han ganado jamás Roland Garros y tuvieron que asumir que el Grand Slam de tierra es quizás el más complicado de los cuatro, aún disponiendo de la técnica y la fuerza necesaria para conseguirlo: Los estadounidenses Pete Sampras, Jimmy Connors, John McEnroe y Andy Roddick, los australianos Lleyton Hewitt, John Newcombe y Patrick Rafter, el alemán Boris Becker, el sueco Stefan Edberg, el ruso Marat Safin y el chileno Marcelo Ríos.

"No pude hacer más que intentarlo. Los dos teníamos una única oportunidad de enfrentarnos en un duelo que no se había visto en el mundo del tenis en mucho tiempo", dijo Federer al referirse a la lucha de los dos primeros en París. "Desde luego que es una pena, pero la vida sigue ¿no? Ahora tengo la temporada de hierba y la estoy esperando con deseo".

"Desde luego es mi objetivo, ganar este torneo", señaló sin vacilar. He estado muy cerca de nuevo. Creo que cada vez que pasa tendré mayor solidez en esta superficie. Pero también es cuestión si él podrá mantenerlo, si no viene otro jugador de tierra como él. Pero estamos hablando de algo que no va a ocurrir durante un año", dijo sobre el futuro.

Pero la frase más elocuente con la que Federer se condenó a sí mismo llegó a continuación, cuando él, que en agosto cumplirá 25 años, habló de la juventud de Nadal. "Tiene solamente 20 años y va a estar ahí durante tiempo. Es duro de vencer, pero no imposible. Si no, no jugaríamos y él levantaría el trofeo el primer día, pero hay que ser paciente y espera el momento adecuado. De momento estoy muy contento de alcanzar la final aquí, y me siento muy positivo para el resto de la temporada y el próximo año", dijo Federer.