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Manuel lleva más de cincuenta años en la forja. / C. R.
MANUEL CORIA BORREGO FORJADOR

«El mundo de la artesanía necesita más ayudas»

Manuel reivindica más apoyos a los negocios antiguos por parte de las administraciones gubernamentales

CÁNDIDO RUIZ/PUERTO REAL
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-¿Cómo nació su afición por el negocio de la fragua?

-No fue una afición que me llegase en ningún momento, ya que estoy trabajando en el negocio desde que tengo ocho años, al ser un negocio familiar. Llevo ya cincuenta años en este trabajo, por lo que puede decirse que soy un autodidacta de este empleo.

-¿Cuáles son sus herramientas y sus principales labores?

-Este mundo no ha cambiado apenas en los últimos 30 años. Se sigue trabajando con la ulla para encender la fragua y con el hierro. En este negocio se realizan especialmente rejas, balcones, cancelas, verjas, mesas y sillas, todas ellas con las técnicas de la fragua antigua.

-¿De qué manera afronta cada día de trabajo?

-Pues esperando que me llegue cualquier encargo. Trabajo entre seis y ocho horas diarias dependiendo del nivel de pedidos que tenga porque este mundo depende mucho de las etapas del año, siendo el verano la época de mayor trabajo.

-¿En qué situación se encuentra el mundo de la artesanía?

-Cada vez peor, lamentablemente. Las autoridades siempre hablan de que nos van a ayudar, aunque estas ayudas nunca llegan a este sector. En mi caso, siento una verdadera lástima de que estos negocios se vayan perdiendo, aunque esto se veía venir, ya que recuerdo a mi padre quejarse de esta situación desde que era muy pequeño.

-¿De qué manera reflotaría la artesanía más tradicional?

-Todo cambiaría si las administraciones cumpliesen con lo acordado. Siempre hablan de proteger este negocio pero, poco a poco, se va apagando.

-Aún así, ¿es usted feliz en su trabajo?

-La verdad es que sí, ya que le he dedicado a esto toda mi vida. Actualmente, lo que gano me da para vivir, por lo que no me quejo. Lo que sí lamento es que mi hijo no va a poder hacerse cargo de este negocio, ya que en previsión del escaso futuro de la profesión, nunca lo dejé que se involucrara en la fragua.