Giuliana Sgrena recuerda sus dos semanas de secuestro en Irak en su libro
la periodista italiana narra en 'Fuego amigo'como las fuerzas armadas de los Estados Unidos ametrallaron el coche donde viajaba
Actualizado:La periodista italiana Giuliana Sgrena se acercó a la Feria del Libro para presentar su obra sobre el secuestro que vivió en Irak, titulada con esas dos palabras malditas para ella: Fuego amigo (Península). La periodista del diario Il Manifesto, situado a la izquierda, estuvo cuatro meses retenida por un grupo fundamentalista.
«A ellos no les importaba si yo estaba a favor o en contra de la guerra. Yo les decía que iba a escribir sobre sus problemas para que el mundo los conociese. Pero ellos me contestaban que eso era más peligroso, que hay cosas que no se deben saber». Durante el secuestro la encerraron en un pequeño cuarto con la ventana tapada.
«Sólo sabía si era de día o de noche cuando iba al baño, y me orientaba por las llamadas del muecín desde la mezquita para orar. Sentía temor y rabia. Sabía que esto me podía pasar si iba a Irak, pero cuando te pasa es terrible. Pensaba en la muerte, hacía el balance de mi vida». La inteligencia italiana liberó a Sgrana y la alegría le duró veinte minutos, el tiempo que trascurrió entre que subió al coche y la ráfaga amiga del ejército estadounidense. La periodista se refirió varias veces a este episodio, y al espía que le salvó la vida, Nicola Calipari. Al oír las balas, el funcionario italiano su puso encima de ella, actuando como si fuera un escudo humano. Él murió y ella quedó herida.
Sgrena sabe que el militar que dio la orden de disparar, llamado Mario Lozano, está «en alguna base militar del Pacífico actualmente». La escritora cree que la muerte del líder de Al-Qaeda en Irak, Al-Zarqaui, que se conoció ayer, favorece la retirada de tropas aliadas. Sgrena era uno de los pocos periodistas que salía a la calle para saber qué pasaba en Irak. Se encontraba en Faluya cuando la secuestraron.