Los ecologistas advierten de que un siniestro tendría «consecuencias catastróficas»
El vertido de hidrocarburos al mar causaría la muerte de la flora y la fauna de la Bahía y llegaría a la cadena alimenticia
Actualizado:La Unión Europea tiene tipificados los residuos que trata la planta Delta como peligrosos por su alto índice contaminante y obliga a esta empresa a tener una licencia especial como gestor autorizado para su manipulación y tratamiento. Entre los desechos y componentes más abundantes en esta instalación, ubicada en un extremo de los astilleros de la capital, figuran los hidrocarburos (fuel, aceite, crudo), metales pesados y restos de sentinas (depósitos de los barcos), entre otros.
La alta toxicidad de estos elementos haría que las consecuencias de un posible accidente fuesen «catastróficas» y provocaría un «desastre igual o superior al de Aznalcóllar porque la planta está en una zona de gran valor natural», según valoró la biológica y portavoz de la Asociación Gaditana para la Defensa y Estudio de la Naturaleza (Agaden), Vanesa Rivero.
La ecologista advirtió de que un vertido de estas sustancias oleosas provocarían una «alteración físico-química del color, el ph (potencial hidrógeno o nivel de ácidos o bases en un elemento) o la temperatura».
Una fuga de hidrocarburos causaría la aparición inmediata de una «capa espesa que aislaría la atmósfera del agua», lo que impediría la interacción de ambos medios y, por lo tanto, la muerte de la flora que necesita la luz para realizar la fotosíntesis y de la fauna, porque moriría ahogada sin oxígeno. Además, si estos residuos llegaran a la orilla o al fondo de la Bahía ocasionarían una contaminación «más prolongada» en el tiempo porque las arenas son «muy permeables».
Pero sólo afectaría al medio marino y natural, ya que la contaminación podría saltar a la cadena alimenticia a través del fitoplacton (algas y plantas marinas) y los moluscos que viven en la Bahía y que son consumidos por los ciudadanos. Dos claros ejemplos de la cercanía del riesgo son los esteros intensivos y extensivos existentes para la cría de pescados y los mariscadores. Asimismo, la presencia de hidrocarburos aromáticos policlínicos en estos residuos suponen una amenaza para los ciudadanos, puesto que cancerígenos.
La expansión de un posible vertido sería, en cambio, menos peligrosa que en otros puntos más abiertos al mar porque en la Bahía hay menores corrientes y movimientos de agua.