Pelotas en el cerebro
Actualizado:LA GLORIETA Pues ya ha llegado. Está aquí, entre nosotros. Treinta días en donde la ilusión se mezclará con las alegrías y los sollozos. A todas horas, sin respiro, sin tiempo para que nuestras neuronas (a quienes les quede alguna todavía con vida) piensen en otra cosa. En conversaciones de bares, radios, televisiones, páginas y más páginas de periódicos. Todos ellos, y al unísono, dedicarán sus programaciones, debates o análisis al único tema que nos rodeará durante treinta interminables días. Y el color sólo tendrá un único pensamiento único: el rojo.
Dedicaremos nuestras más enardecidas defensas o acalorados ataques. Perderemos amigos y encontraremos momentáneos compañeros de viaje.
Preparen los barriles de cerveza, las coca colas y los gin-tonic. Pipas, caramelos y golosinas. Fiestas gastronómicas y reuniones de amigos (y porqué no de amigas, no seamos machistas). Enchufen la tele de plasma, conecten el canal, su TDT, analógica o digital. Siéntense sobre su mejor asiento como si fuera un rey y prepárense para el espectáculo. El circo brilla con sus mejores galas a partir de esta tarde y sin un momento de resuello disfrútenlo. No existirá otra cosa a su alrededor. Incluso Zapatero y Rajoy empujarán, en esta ocasión, para el mismo lado. Todos, en el mismo barco. Por fin, unidos contra el enemigo. No se agobien , queda la noche para el descanso y la reflexión. Y si es usted es un jartible irresistible, búsquese una excusa o una baja para no trabajar durante algunas jornadas. El mundo no se acaba, a pesar del maligno. ¿He dicho algo de Mundial de Fútbol de Alemania? Pues éso.