Impensable, hoy
Actualizado:A viso para navegantes: el Supremo prohíbe el apoyo mediático de la Generalitat a la participación en el inminente referéndum sobre el Estatut. La cuestión, pues, puede tener su repercusión en Andalucía si, como es previsible, el PP solicita aquí, como lo ha hecho en Cataluña, la suspensión de la, también previsible, campaña de la Junta a favor de la participación en la consulta del próximo mes de febrero.
Sería un hándicap más, y no pequeño, que tendría que superar el nuevo Estatuto andaluz, como son, entre otros, el rechazo de populares y andalucistas al texto aprobado por el Parlamento andaluz (con independencia de los puntos que se reformen en el Congreso). Los andalucistas, por cierto, recordando el histórico 28F, ya han iniciado una campaña de rechazo basada en el agravio comparativo, un sentimiento que el pueblo andaluz suele alimentar y lucir a flor de piel, mientras que los populares, por su parte, desarrollarán, posiblemente, una campaña basada en lo apocalíptico y lo fragmentario (del país). Cuestiones, aspectos y tácticas que pueden producir sus efectos en una sociedad andaluza que no tiene las cosas muy claras al día de hoy.
Y otro factor nada secundario. Si en la campaña del 28F venció, contra todo pronóstico, el «sí» en aquel referéndum que llenó de vileza al Gobierno central por sus draconianas condiciones a una Junta que sólo tenía un par de oficinas de alquiler y una docena de funcionarios y asesores fue, en gran medida, porque en las redacciones de los diarios andaluces se impusieron, sin excepciones, sus cuadros de redacción.