Cuenta atrás

No hay horas ni minutos ni segundos. El tiempo pasa demasiado deprisa para los estudiantes que preparan la Selectividad y los apuntes parece que se multiplican. Los nervios afloran y el pánico se apodera de ellos por momentos. La incertidumbre si aprobarán o no o si podrán hacer la carrera deseada asalta sus cabezas a base de cafeína y tila. Una de ellas es Desiree Marín, quien estudia sin parar los libros de Bachillerato para conseguir su sueño que no es otro que entrar por la puerta grande de Medicina.

Por eso, con la mirada puesta en su futuro ha estado todo el año asistiendo a clases particulares de la Academia Centro de Estudios y Formación de Cádiz para mejorar sus resultados académicos en Matemáticas. Unas clases que han dado sus frutos ya que el pasado jueves sabía que había superado el curso con una nota media de 8,67.

Sin embargo, el resultado no la consuela. «Estoy muy nerviosa y tengo tantas dudas que más de una vez me asalta la incertidumbre si seré capaz de aprobar», apunta Desiree Marín mientras su profesor le da ánimos quitando hierro a la prueba. «Para ti es fácil decir que no es difícil, pero tú ya la has pasado y la has hecho».

Ésa es una de las respuestas más usuales que dan los jóvenes a quienes quieren darles tranquilidad, pero las palabras y las muestras de apoyo son insuficientes para estos estudiantes. Y con esas contestaciones se encuentra más de una vez el profesor del centro Miguel Ángel Brun, quien en sus años de trayectoria ha visto que los nervios son los mismos para todos.

De ahí que Miguel Ángel Brun insista en que «no vale la pena darse panzadas de última hora, ya que la persona que ha ido bien durante el curso muy mal se le tiene que dar la prueba»; por eso, lanza dos consejos de última hora. El primero, leer bien las preguntas y darse diez minutos para elegir la opción y el segundo, evitar estudiar la noche antes.