«Cuantos más 'noes', mejor defenderemos nuestros intereses en Madrid»
Actualizado:La entrevista se realiza en San Sebastián, en vísperas del arranque de la campaña del referéndum del Estatut. Su discurso explota un cierto victimismo y apela a la coherencia de Esquerra para defenderse de su cuota de responsabilidad en las visicitudes del fulminado tripartito catalán. Y frente al «conformismo» de votar «sí», argumenta las bondades del «no» como vía de presión para defender después los intereses catalanes «en Madrid».
-Dice Zapatero que su «no» al Estatut es temporal y que acabarán por rendirse a la evidencia.
-La evidencia es que ha habido incumplimiento de una palabra dada en público por el presidente del Gobierno español. Ha habido un segundo incumplimiento de los partidos del pacto del Tinell de votar defendiendo lo que aprobara el Parlament. Y un tercero, el de Mas, pasando olímpicamente de lo que aprobó el Parlament. Pero, del mismo modo que no votamos la Constitución, eso no ha sido obstáculo para que hayamos podido colaborar durante dos años con el Gobierno español. Como partido democrático y responsable acataremos la decisión que el pueblo vote en las urnas y aplicaremos la ley.
-¿Tiene alguna posibilidad el «no»?
-Los partidos que defienden el «sí» representan al 72% del electorado; a priori este debería ser su apoyo. El «no» está cargado de futuro porque es decir «no» a la hipoteca de la sociedad catalana y de las generaciones más jóvenes. Cuanto más elevado sea el «no» más margen de maniobra va a tener Cataluña para defender en Madrid sus intereses. Cuanto más elevado sea el «sí» menor credibilidad va a tener Cataluña para plantear según qué proyecto porque nos dirían «oiga usted, ha votado masivamente el Estatuto, ahora de qué se queja».
-Hay quien piensa que lo piden ustedes con la boca pequeña.
-De ninguna manera. Ojalá ganara el «no» porque sería un «no» catalanista y progresista.
-Y de ser así, ¿no sería el PP quien rentabilizase el resultado?
-Quien plantea un papel ascendente del PP en el «no» es que no tiene ni idea. Es una visión españolista de la realidad catalana. El PP tiene 10 alcaldes, nosotros 130, 300 concejales frente a 1.300. Tienen 15 diputados en el Parlament y nosotros 23; 6 diputados en Madrid representando a Cataluña y nosotros 8. Queda claro quien tiene la hegemonía de la oposición a este Estatut. La del «no» sería la victoria de la diferencia y permitiría pactar un acuerdo sobre nuevas bases.
-Puede plantearse al revés. Un apoyo flojo al Estatut pondría en entredicho una larga y costosa negociación y lo dejaría desprotegido, por ejemplo, frente a posibles recursos.
-Es que es este Estatuto el que deja desprotegida a Cataluña. Está hecho en enero, época de rebajas. Deja desprotegidos a los sectores sociales mayoritarios, sectores populares y clases medias, con el pésimo sistema de financiación que Cataluña todavía sufre y va a sufrir en el futuro. Un «sí» masivo sería el «sí» al conformismo.
Decir basta
-¿Para cuánto tiempo?
-Me parece poco serio que dirigentes de CiU sostengan que dentro de 2 ó 3 años este Estatuto será insuficiente y habrá que rehacerlo. Porque el que manda, Zapatero, dice que es para toda la vida. Y no quiero condenar a mis hijos a que tengan toda la vida un Estatuto así. Ahora tenemos la oportunidad de plantarnos y decir basta. A Cataluña siempre se le piden sacrificios suplementarios: cuando en el 32 aprobó un Estatuto que, por cierto, reconocía el derecho de autodeterminación, se nos pidió que lo rebajáramos para salvar la República. En el del 79 lo mismo para salvar la democracia. Me pregunto qué es lo que se nos pide ahora que salvemos. Quizá no se trate de que salvemos nada sino de salvar los intereses de unas personas concretas.