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PAN Y CIRCO

En otra galaxia

KEKO RUIZ<br><br>deportes@lavozdigital.es/
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Del planeta Muñoz siguen llegando noticias que se antojan pruebas irrefutables de que allí, de puertas hacia dentro en el estadio Carranza, se vive en una galaxia muy alejada de esa realidad que invitaba a tomarse la próxima temporada como un ejercicio de cordura formando un equipo con la cantera como principal argumento y siendo el ascenso a Primera un objetivo a medio plazo para no tropezar de nuevo con la misma piedra. Pero la comisión deportiva, que sigue sin querer contar con gente que sabe más de esto, ha diseñado un proyecto cogido con alfileres. Sacarse de la chistera a Oli ha sido un golpe de efecto que debe marcar un antes y un después en la historia reciente de un Cádiz que se muestra más partidario del ruido que de las nueces. Con la justificación de no cumplir con el perfil buscado, los miembros de la ubicua comisión han arrojado al cubo de la basura la ilusión de unos pocos gaditanos y cadistas que (¿pobre de ellos!) sueñan con volver algún día a su club y han despreciado -una vez más- el trabajo de los técnicos de la casa. Así, mientras en los laboratorios de la entidad continúan los experimentos con gaseosa, en la calle uno se topa a diario con una inmensa minoría que alucina con las decisiones que vienen tomándose desde el descenso.

El único que ha apostado por la coherencia ha sido Víctor Espárrago, pues ha preferido irse como un caballero antes que servir de cobaya para lo que se avecina, papel al que se ha prestado con sospechosa disponibilidad un veterano al que se le suponía mayor enjundia para valorar dónde se mete y lo que se juega. Pero el premio gordo se lo lleva Alberto Benito, consiguiendo que nadie haya dicho esta boca es mía, que el vestuario cadista flipe en colores con su nuevo míster, que el jefe se ahorre unos miles de euros y, si el capricho asturiano fracasa, que la mierda salpique a otros. Menos mal que aún nos queda el bueno de Lorenzo Buenaventura para evitar el descalabro. ¿Qué Dios le coja confesado!