Luis Montes. / EFE
ESPAÑA

Expertos afirman que hubo sedaciones injustificadas en el Severo Ochoa

Advierten de que no pueden atribuirse algunas muertes «a la medicación administrada»

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El informe del Colegio Oficial de Médicos de Madrid sobre las sedaciones irregulares en el Hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid) concluye que se realizaron «sedaciones terminales con dosis injustificadamente altas de medicamentos y en asociaciones potencialmente peligrosas, lo que ha generado una situación de riesgo innecesario adicional a los pacientes de muerte por depresión respiratoria». No obstante, los autores del estudio, que pone de relieve que existieron al menos 34 casos de sedaciones contraindicadas, advierten de que, pese a lo anterior, «no es posible afirmar o negar con certeza absoluta si la causa directa de la muerte de alguno de los pacientes sedados fue la medicación administrada».

Los tratamientos de sedación fueron practicados entre el 1 de septiembre de 2004 y el 8 de marzo de 2005 por cuatro profesionales del servicio de Urgencias del Severo Ochoa, coordinado por Luis Montes, que fue destituido cuando estalló el escándalo. El informe ha sido elaborado basándose en la información médica contenida en 73 historiales clínicos. La mayoría de los pacientes tenían «patologías muy graves y con una expectativa de muerte a muy corto plazo». En las conclusiones se pone de relieve que «existe una identificación errónea entre la instauración de medidas paliativas, justificadas en la mayoría de los pacientes, y la aplicación de sedación terminal». Asimismo, se indica que hay cinco historias clínicas «en las que no se llegó a realizar sedación terminal con benzodiazepinas».

De los historiales estudiados, en 24 el informe considera que «la sedación terminal estaba indicada». En otras 20 historias clínicas, «se ha hecho sedación terminal en pacientes que por estar en coma profundo eran innecesarias y no están indicadas. Ello constituye una mala práctica médica». Existen 10 historias clínicas más en las que «se ha hecho sedación terminal sin identificar el síntoma refractario y/o no se emprendían tratamientos específicos de control antes de iniciar la sedación terminal, y por tanto no estaban indicadas». También en este apartado se dice que «ello constituye una mala práctica médica».

Otros nueve casos no han permitido alcanzar un consenso entre los médicos que han elaborado el informe sobre indicación o no indicación de sedación terminal. Hay asimismo cuatro historiales en los que «la sedación estaba contraindicada».