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VIVIMOS LA PREVIA CON... ÁLEX GEIJO La jornada previa del cazagoles hispanosuizo

Geijo vivió con su novia y su hermano que juega en Suiza, el día antes del partido contra el Nástic

TEXTO: RAFA NEIRA / FOTOS: TAMARA SÁNCHEZ JEREZ
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No por ser un depredador del área y el máximo goleador del Xerez Club Deportivo con 12 goles, Álex Geijo lleva una vida diferente del resto de las personas de su edad. Antes al contrario, el futbolista hispanosuizo tiene los gustos y preferencias de un chaval de 22 años. Un poco de play-station por aquí, un poco de pádel por allá, cuando sus compromisos profesionales no se lo impiden no es raro verlo por la localidad jerezana paseando con su novia. Lo dicho, un joven tranquilo y sin complicaciones, justo lo que quiere un técnico como Alcaraz.

8.00



Tocó madrugar el día antes del partido

La jornada comenzó a una hora más que temprana para Álex Geijo el día antes de enfrentarse al Nástic de Tarragona. Su despertador, aquel artefacto que interrumpe inesperadamente sus sueños en forma de goles, sonó a las 8.00 de la mañana porque el Xerez comenzaba el entrenamiento matinal a eso de las 9.30 para evitar las altas temperaturas que empiezan a asolar a Jerez por estas fechas.

Por muy importante que sea el partido, el hispanosuizo siempre suele desayunar lo mismo: cereales con leche y un Actimel. «Mi novia dice que es fundamental para coger energía, así que casi todas las mañanas me lo tomo», explica el goleador azulino.

Tras cargar las baterías que le van a servir para sobrellevar un duro día, Álex Geijo se encamina en su todoterreno al entrenamiento de su equipo. Hoy puede ser un gran día, plantéatelo así, como dice la canción de Joan Manuel Serrat.

10.45



Entrenamiento bajo un sofocante sol

El verano está a la vuelta de la esquina y ayer lo notó especialmente el jugador xerecista. «Cuando hace calor aquí es increíble. Yo que vengo de un clima como el de Suiza, alucino muchas veces con las altas temperaturas que se dan tanto aquí en Jerez, como en Málaga, donde jugué la temporada pasada», afirma Geijo mientras bebe un trago de agua.

Este fin de semana es especial para él porque han venido a visitar la morada del goleador su hermano, que juega en el Baulmes, un conjunto de la segunda división suiza, su novia María y Rafi, «un colega de toda la vida pero que no habla español», advierte el delantero que con total seguridad estará en el once titular hoy ante el Nástic de Tarragona.

14.00-15.00



Hoy se almuerza fuera de casa

Visita obliga. Aunque no es lo más común en la vida de Geijo, ayer se fueron todos a comer fuera de casa para que los huéspedes pudieran admirar las maravillas gastronómicas de Jerez.

Normalmente, el ariete hispanosuizo almuerza en casa algo de carne, pasta o ensalada. Eso sí, reconoce que «no sé cocinar nada, lo que hago es ayudar a mi novia que es la que sabe. Pongo la mesa, abro alguna lata de atún y poco más». María, su novia nacida en Ceuta, corrobora sonriendo punto por punto todo lo que dice su chico.

16.00-17.00



La siesta, bendito invento hispano

Hay dos momentos que no suele perdonar el delantero que todavía pertenece al Málaga: el uno contra uno ante cualquier guardameta y la siesta en su sofá tras ver algún documental de La 2, de saltamontes y alacranes. Ayer, tras un copioso almuerzo con los suyos no faltó a su cita con su rutinario sueñecito.

18.30



Sol, información y relax en la terraza

Suelen decir que familia que lee unida siempre permanece unida. Los Geijo se aplican al cuento y tras la cabezada (que no cabezazo) del delantero, suelen comentar las últimas noticias sobre lo que pasa en el Xerez. El ariete hispanosuizo leía LA VOZ, concretamente la información que hablaba sobre su futuro director deportivo, Antonio Fernández y su novia, una revista de actualidad.

23.00



A soñar con un 'hat trick' ante el Nástic

Y tras un día donde intercaló tanto el deporte (entrenamiento con su equipo), como placer (siesta, almuerzo fuera de casa, tertulia...) llega el momento de descansar, de soñar con un partido donde él puede ser el protagonista, marcando algún gol. Su familia estará en Chapín arropándole ante el Nástic, un partido que pudo ser decisivo pero que ya no lo es.