BANQUILLO. El agresor declara ante el tribunal. / LA VOZ
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Petición de cárcel para un portero de discoteca por agredir a un cliente

El agresor reconoció en el juicio haber dado un puñetazo a la víctima, que padece secuelas como dificultades de visión y daños en un párpado

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A cuatro años de prisión y 24.000 euros de indemnización asciende la petición de la Fiscalía para el portero esporádico de la discoteca Anfiteatro de Cádiz, Rubén T., que supuestamente propinó en la madrugada del 13 de diciembre de 2003 uno o dos puñetazos a un cliente en un ojo, tras un incidente menor, y que le supusieron lesiones y secuelas que aún hoy persisten -visión doble en algunos ángulos e imposibilidad de la apertura total del párpado-. La acusación particular aumenta la calificación del fiscal en la cuantía económica, fijando en 72.000 euros la indemnización.

Los hechos, juzgados ayer en la Audiencia Provincial, tuvieron lugar cuando el agredido y su novia estaban en el local y un tercero «le cogió el trasero» a la joven, lo que provocó que su pareja increpara al abusador. Varios porteros del local, ante el cariz de la discusión y sin atender a explicación alguna, cogieron a la víctima y la sacaron a la fuerza del establecimiento.

A partir de este punto, las versiones difirieron. Mientras el agredido y su pareja sostuvieron que los dos puñetazos recibidos en el ojo le fueron propinados uno dentro y otro fuera del local y por la misma persona; el agresor admitió que sólo le dio un puñetazo y que fue en el exterior del local -algo corroborado por otro portero, aunque éste dijo que fueron dos golpes-, ya que se disponía a entrar en el mismo, pero en calidad de cliente. Al parecer, pegó al joven, porque éste le confundió con un responsable de seguridad por su vestimenta y se dirigió a él gritando de manera agresiva.

La defensa pidió la reducción de la pena de su patrocinado a seis meses de prisión por la atenuante de la admisión de su falta y por acudir voluntariamente a declarar, también solicitó la supresión de la indemnización por responsabilidad civil, ya que ésta no queda probada.

Para los otros tres porteros, acusados por la Fiscalía de una falta de lesiones -provocadas, al parecer, durante el rifirrafe- se solicitó el pago de 12 euros durante treinta días, mientras sus defensas pidieron su absolución, por considerar no demostrada su implicación.