El botellón será llevado a Pleno por los vecinos de Muñoz Arenillas

Con gritos de ¿Aquí no se duerme! y ¿Aquí sí se mea!, los vecinos de Muñoz Arenillas y alrededores se manifestaron ayer en la glorieta Ingeniero La Cierva para defender su «derecho al descanso y a la calidad de vida».

Una zona de pubs en la que llegada la noche impera «el ruido, los vómitos y las meadas», según denuncian los residentes. «Queremos que se cumplan las ordenanzas que señalan que hay que beber en el interior de los bares», comenta el presidente de la Asociación de Vecinos, Juan Luis Bernal, quien piensa llevar el asunto al Pleno municipal de mañana viernes.

Los vecinos confiesan vivir «atemorizados» porque las reyertas están a la orden del día. «La calle es tomada literalmente por los jóvenes sin que la Policía haga nada. Entran en los portales para vomitar y se mean en plena calle», explica una señora, mientras que su marido agrega: «No podemos meter el coche en nuestro propio garaje porque la calle se llena de personas. Además, una vez que se cierran los locales los jóvenes se quedan en plena calle haciendo botellón hasta que a las seis de la mañana pasa el camión de la limpieza».

La situación llega al extremo de que muchos de los vecinos de las calles Muñoz Arenillas y Brasil confesaron a este periódico que les gustaría mudarse, pero «estos pisos que hay aquí ya son invendibles».

Algunos residentes, los de mayor poder adquisitivo, «evitan el problema pasando el fin de semana en sus viviendas de Chiclana, Rota o Conil», explica un manifestante.

Los vecinos volverán a manifestarse el próximo miércoles 7 de junio en la glorieta Ingeniero La Cierva, pero esta vez «con pitos, bocinas y cacerolas para hacer un poco más de ruido».

Nuevo horario de basura

El nuevo horario de bajada de basura del Ayuntamiento de Cádiz contempla hacerlo antes de las nueve de la mañana, algo que no ha sentado nada bien entre el vecindario. Así, algunos manifestantes, con el fin de hacerse oír, propusieron no cumplir este horario y bajar la basura por las noches con el objeto de crear malestar entre los usuarios de los pubs. «Nosotros tenemos que oler sus orines, pues que ellos huelan nuestra basura», matizó un hombre.