El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall,(iz) y el lider de C.i.U, Artur Mas, durante la sesión de control del Parlamento catalán. EFE
en sesión de control

Pasqual Maragall se declara «harto» de los ataques de Mas y le pide «respeto»

Mas provoca las iras de Maragall calificando a su Gobierno de "pasota" y le recomienda que "deje de hablar de su sucesión"

BARCELONA Actualizado: Guardar
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El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, se declaró esta tarde en el Parlament "harto" de los ataques del líder de la oposición, Artur Mas, y de sus "intentos de deslegitimar" a su Gobierno a "base de adjetivos que no deberían estar nunca en boca de un diputado". Maragall le ha pedido "respeto" y le ha recriminado que tildara a su Ejecutivo de "pasota". "Si alguien es pasota aquí es la persona que está utilizando un lenguaje que no sería aceptable en un Parlament como éste", ha dicho.

Mas había preguntado a Maragall sobre sus actuaciones como presidente de la Generalitat -una vez recuperadas las competencias de la figura del consellerprimer, ahora inexistente- ante problemas de actualidad como la llegada de inmigrantes ilegales procedentes de Canarias a localidades como Cass de la Selva (Girona), la ola de robos o el anuncio de Iberia de eliminar sus vuelos desde Barcelona.

El presidente replicó que "la transmisión efectiva de competencias lleva su tiempo", lo que condujo a Mas a calificar al Gobierno de la Generalitat de "pasota" ante las citadas problemáticas. Mas recomendó a Maragall que "se quite el sueño de encima, deje de hablar de su sucesión y de su futuro político y personal y se dedique a gobernar el país".

La réplica inmediata de Maragall fue calificar la intervención de Mas de "psicodélica", dejó entrever que el líder de CiU habría relacionado inmigración y delincuencia, y defendió la actuación de su Gobierno en todos los casos.

"Este Gobierno no es pasota y comienzo a estar un poco harto de la forma en cómo utiliza determinadas palabras", añadió. "Han intentado deslegitimar a este Gobierno a base de adjetivos que no deberían estar nunca en boca de un diputado. El presidente de la Generalitat puede ser lo que sea pero pasota no", por lo que le reclamó a Mas que sea "más respetuoso".

"Legislatura desastre"

Previamente, Maragall ya había recibido los ataques del presidente del PP catalán, Josep Piqué, quien dio por concluida la legislatura y reclamó la convocatoria de elecciones de forma urgente después de citar declaraciones del presidente sobre el "futuro espléndido" del tripartito o la decisión de Iberia. Piqué concluyó que "el nuevo ciclo" que debía suponer el Gobierno tripartito "a duras penas ha sido un paréntesis" y denunció que se haya primado un Estatut que ha fomentado la "división, la discordia" y que ha hecho de esta legislatura "un desastre".

Maragall centró su respuesta en el conflicto por la decisión de Iberia y aseguró tener el compromiso del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de la privatización y descentralización del aeropuerto de Barcelona, con participación de la Generalitat. Además, responsabilizó al anterior Gobierno del PP de la necesaria privatización de Aena porque el sobrecoste del aeropuerto de Madrid fue de "casi el doble de lo presupuestado", pasando de 3.000 a 6.000 euros, y en el caso del Aeropuerto de Barcelona, se pasó de 1.500 a 3.000 millones de euros.

Los 9.000 millones de euros gastados por Aena en estos aeropuertos son, según Maragall, una "carga financiera excesiva", que llevará a la privatización obligada del ente gestor. Además, añadió que "lo que está en juego no es tanto la compañía que opera los vuelos, sino a donde y con gestión de quién en el aeropuerto".

Ola de robos en Cataluña

El presidente de la Generalitat también se refirió, en respuesta a ERC y al PSC, a la ola de robos registrada estos días en Cataluña para considerar que es fruto de una "coalición de circunstancias que no son fáciles de combatir". En este sentido, recordó que en los últimos años se había producido una disminución de efectivos" fruto el proceso de repliegue ante la llegada de los Mossos d'Esquadra en las zonas donde han sufrido más robos y señaló que, "si es imputable a alguien es a la psicología del cuerpo que se iba".

Maragall reiteró su argumento por el que "cuando uno sabe que tiene que irse, ya ha comenzado a irse, y los que vienen que saben que estarán por poco tiempo tampoco acaban de llegar porque su futuro no está aquí". El presidente de la Generalitat señaló que "no es la primera vez" que debe afrontarse a este tipo de situaciones y garantizó su implicación a fondo, más aún cuando con el nuevo Estatut el presidente de la Generalitat será el presidente de la Junta de Seguridad.

En este sentido, explicó en la Cámara catalana que la Conselleria Interior está en "condiciones de garantizar que los crímenes serán perseguidos y que la buena tónica en seguridad se mantendrá y mejorará".

Previamente, el presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, había lamentado el "espectáculo del Séptimo de Caballería que viene a salvarnos" con la llegada de guardias civiles y los efectos negativos sobre la imagen de los Mossos d'Esquadra. Por ello, pidió que la administración catalana se "anticipe" a las circunstancias y prevea que se necesitan agentes para una Cataluña de "siete millones".