La cantante Rocío Jurado. / EFE
quinta noche de inquietud

Cunde el desánimo en casa de Rocío Jurado

El doctor Alejandro Domingo, médico personal de la cantante, ha permanecido, por primera vez, toda la noche en 'Villa Jurado'

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Cunde el desánimo y un profundo abatimiento en la familia de la cantante Rocío Jurado cuya vida lentamente se extingue, pese a la "grandeza y fortaleza" de su corazón empeñado en aplazar un agravamiento aún mayor del que La Chipionera viene padeciendo desde hace varios días.

La novedad de esta madrugada, en la que ha habido un notable descenso de la temperatura ambiente, hasta 12 grados, después de varias jornadas calurosas en exceso, fue la decisión del médico personal de la estrella, doctor Alejandro Domingo, de permanecer toda la noche en la casa, primera vez que ocurre en estos días. El doctor Domingo había llegado a 'Villa Jurado' a las 22:30 horas.

Para el marido de La Chipionera, el torero José Ortega Cano, "es difícil, muy difícil, sobrellevar esta situación", si bien "en ningún momento ha necesitado ayuda médica" para ayudar a sobrellevarlo, según manifestó Eugenio, hermano del diestro, tras visitar a la tonadillera, juntamente con su otra hermana, Concha, en su chalet de La Moraleja.

Según Eugenio Cano, "no ha habido ningún cambio" en la evolución de Rocío Jurado, que sigue "exactamente igual" que en los últimos días en que su estado de salud se vio agravado por una crisis hepática que la ha ocasionado varios episodios de inconsciencia, y agregó que Rocío "abre los ojos a veces, pero, la verdad, es que nos sabemos si nos ve o no nos ve".

Dolor entre sus seres queridos

El secretario personal de La Chipionera, Juan Rosa de la Rosa, abandonó anoche el chalet sin querer hablar y sólo hizo el gesto de llevarse la mano a una cara que evidenciaba un marcado gesto de dolor y de tristeza.

Varios familiares de la cantante abandonaron 'Villa Jurado' a las 01:30 horas en un automóvil con matrícula de Cádiz, y una hora después un sobrino de la tonadillera que accedió a bajar el cristal de la ventanilla de su coche para decir con voz angustiada y poco audible que su tía Rocío está "muy malita".

Según pasaban las horas de la madrugada el número de periodistas se ha ido reduciendo hasta quince, que han seguido apostados el resto de la madrugada en las inmediaciones de la casa de la cantante, aparte de la presencia de varias unidades móviles de la televisión aparcadas en zonas próximas.

Una dotación de la Policía Municipal hizo varias inspecciones a lo largo de la noche en las inmediaciones de la casa de Rocío Jurado, con el fin de comprobar el correcto estacionamiento de vehículos allí detenidos, y evitar posibles molestias a los vecinos del entorno.