«Vinoble no es propiedad de nadie, sólo de la ciudad»
El responsable del encuentro internacional asegura que «he cubierto todos mis objetivos»
Actualizado: GuardarLa bienvenida del comisario de Vinoble en el Patio de Armas del Alcázar sonó, irónicamente, a despedida. Prudente y diplomático, Carlos Delgado matizó después que «no es que vaya a dejarlo, pero pienso que después de diez años, cuando prácticamente el ciclo de Vinoble tal y como lo concebí se ha cubierto con la aportación de los países originarios, ya es hora de hacer otros planteamientos».
Insiste Delgado en que «no es una dimisión, sino que abro la posibilidad» de organizar y dirigir el evento «a alguien que pueda aportar otro impulso, otro enfoque. Sinceramente, he cubierto todos mis objetivos».
A estas alturas, opina que «a Vinoble no le falta nada. Quizás otro enfoque». La única espinita clavada es la ausencia de Israel, ya que, «aunque hay periodistas y excelentes vinos», «la situación terriblemente conflictiva y dramática que se vive en Palestina obligaría a unas medidas de seguridad extremas que harían inviable el carácter placentero y reposado» del encuentro.
«Si para dentro de dos años se ha conseguido la paz, estarán Israel y Palestina, y entonces seguiré como comisario», asegura, pero a renglón seguido advierte que «no soy un comisario perpetuo». Hasta ahora, comenta que Vinoble «ha sido una aventura maravillosa, porque ir consiguiendo que vengan vinos de más países y mayor calidad, que al final venga Château d'Yquem y que vuelva... Ha sido muy duro, pero las gratificaciones son impresionantes».
Sobre el interés que despierta el evento en la ciudad, Carlos Delgado es categórico: «Los jerezanos conocen y defienden Vinoble. No creo que ningún alcalde o alcaldesa se atreviera a dejar de hacer Vinoble, porque seguramente habría un motín en la ciudad. Los jerezanos hacen suyo Vinoble, con sus críticas, como debe ser, pero es un patrimonio de toda una ciudad. Vinoble no es propiedad de nadie, sólo de la ciudad y de sus ciudadanos».