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La suerte se alía con la Balona, que consigue su objetivo 'in extremis'

Su victoria ante el Lucentino, unido al empate en Sevilla, lo mete en el 'play off' El Municipal de la Línea estalló de júbilo tras el pitido final de Figueroa Vázquez

FRANCIS HEREDIA/LA LÍNEA
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¿Quién dijo que los sueños no pueden convertirse en realidad?, seguramente alguién en quién no afloraba el sentimiento balono, porque un equipo con esa afición, ese organigrama y esa historia merece estar tocado por los Dioses. La Real Balompédica Linense tocó la gloria por tercera temporada consecutiva, algo al alcance de muy pocos equipos de nuestro país.

Los albinegros se dejaron llevar por la magia de un Municipal que nuevamente ejerció de director de orquesta, alentando a los suyos, haciéndolos creer en un objetivo que se dio por perdido durante buena parte de la tarde, pero que al final terminó por hacer aún más grande la leyenda de la Recia.

Los linenses lograron quitarse de encima a un Lucentino rocoso y peleón en diez últimos minutos mágicos y vieron como la suerte (esa que les ha sido tan esquiva esta temporada) se ponía de su parte haciendo que el Betis B igualase dos tantos de desventaja del Sanluqueño.

Sufrimiento a raudales, tensión en grandes cantidades y nervios incotenibles se esfumaron en un sólo instante, haciendo grande a este deporte, con el pitido final en Sevilla.

Segundos antes el partido del Municipal había terminado con un 2-0 que no dejaba lugar a dudas, pero todos los presentes se aferraban a la radio. Ni el mismísimo Alfred Hitchcock podría haber inventado un final con tanto suspense y emoción.

Con el empate entre Betis y Sanluqueño ya confirmado, el Municipal estalló, se echó al terreno de juego y celebró con sus futbolistas que un año más están en la élite del futbol de Tecera División.

Éxtasis en el Municipal

Lágrimas, abrazos, besos, alegría, sonrisas, todo se entremezclaba dejando una sensación única en el cuerpo de los balonos de verdad, de esos que han creido en este equipo más tarde o más temprano, pero que hacen suya una victoria que sirve para seguir soñando. Quedan atrás críticas y sibidos, aplausos y ovaciones. esta Balona es más grande que todo eso y ayer volvió a subir a todos los linenses en su proyecto, porque este equipo es de todo un pueblo.

El éxtasis sirvió para adornar un partido tenso, feo, sin brillantez pero con emoción, sobre todo en los minutos finales, en los que el público llevó en volandas al conjunto campogibraltareño.