España empata sin goles contra Rusia en un partido con pocas oportunidades claras

El partido entre España y Rusia ha concluido sin goles en el Carlos Belmonte de Albacete, pese a dos ocasiones claras de gol para el delantero del Atlético Madrid, Fernando Torres, en la primera parte. Los cambios introducidos por el seleccionador nacional Luis Aragonés en el segundo tiempo no lograron alterar el marcador, aunque Rusia no produjo inquietud a la meta española en ningún momento.

El once con el que el seleccionador Luis Aragonés decidió comenzar el encuentro estaba compuesto por Casillas en la puerta; Sergio Ramos, Puyol, Pablo y Antonio López en la defensa; Albelda, Senna y Cesc como centrocampistas; y Luis García, Fernando Torres y David Villa en el ataque.

En la segunda parte Luis introdujo a Xabi Alonso, Raúl, Inhiesta y Xavi, por Albelda, Luis García, Marcos Senna y Cesc Fábregas, respectivamente, y más tarde cambió a Reyes por David Villa, y a Joaquín por Antonio López, pero la suerte de España no mejoró y la puerta del meta ruso se mantuvo imbatida.

Albacete vibra con España

La ciudad de Albacete vibró hoy con la selección española que disputó en el estadio Carlos Belmonte el primero de los tres choques amistosos que jugará antes de debutar en el Mundial de Alemania contra Ucrania. El entusiasmo de la localidad manchega confirma que los seguidores del equipo español han recuperado la ilusión tras la decepción que supuso la Eurocopa de 2004 en Portugal y las dificultades que ha tenido para certificar su presencia en la cita de este verano, para lo que tuvo que superar a Eslovaquia en una eliminatoria de repesca.

Los aficionados albaceteños prácticamente llenaron el estadio Carlos Belmonte, que desde primera hora de la tarde registró un gran ambiente en sus aledaños. Además, la ciudad ha celebrado hoy en un céntrico parque el cincuenta aniversario de la coronación de la Virgen de los Llanos, la patrona de la localidad, lo que provocó que sus calles estuvieran repletas durante toda la tarde. Conforme se acercaba la hora del partido se multiplicaron las banderas españolas, los aplaudidores hinchables y las caras pintadas de rojo y amarillo en las inmediaciones del Carlos Belmonte, así como los gritos de ánimo al equipo español y el sonido de las bocinas de los coches.