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REELECCIÓN. Ángel Juan Pascual seguirá otros cuatro años al frente de la Cámara de Comercio, en el que será su tercer mandato.
ÁNGEL JUAN PASCUAL PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE COMERCIO, INDUSTRIA Y NAVEGACIÓN DE CÁDIZ

«Todavía somos muy ignorados por los empresarios; ése es el gran reto»

TEXTO: BEATRIZ REVILLA / FOTO: FRANCIS JIMÉNEZ / CÁDIZ
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Incombustible y una de las caras más fieles en la representación de la provincia, Ángel Juan Pascual revalida su cargo al frente de la Cámara de Comercio para consolidar una apuesta basada en la unión y la internacionalización de las empresas gaditanas. Defensor de la conciliación, rehuye enfrentamientos con otras organizaciones empresariales, como ha ocurrido en otros enclaves de la provincia, y reconoce la necesidad de que estas entidades de derecho público tengan una mayor presencia social e institucional.

-Dos legislaturas y a por la tercera. ¿El balance debe ser bueno para seguir en la brecha?

-Sí, desde luego que el balance es bueno porque todo lo que sea defender los intereses económicos y comerciales de la provincia es muy grato para cualquiera.

-Y a nivel personal, ¿supone mucho desgaste la presencia en tantos órganos de gestión públicos?

-No, siempre digo que tengo un buen equipo. Algún sinsabor siempre hay en la gestión, pero he tenido un Pleno que en líneas generales me ha ayudado y hemos consensuado bastante todos los asuntos. Y, sobre todo, la veintena de profesionales de la Cámara que lleva el peso del día a día, tanto en Cádiz como en las delegaciones. Hay veces que te pilla más animado y otras que menos, pero lo haces por lo que te da la sociedad. Al final, todos los cargos van creando sinergias y acaba siendo una trampa...

-Continuidad, unidad y nuevas tecnologías son los ejes del mandato, pero ¿en qué se traducirán?

-Nos centraremos en fomentar la unidad para que haya más participación y colaboración las empresas dándoles más servicio y ejerciendo de intermediarios entre ellos y la Administración. Otra constante que siempre tenemos encima y que mantendremos es el fomento de la actividad emprendedora tenemos encima porque, dados los altos índices de paro de la provincia, es importante ayudar a las personas con iniciativa para darles una oportunidad de empleo y también que puedan prosperar y crear otros puestos de trabajo. En este sentido, también intentaremos que las pymes tengan mayor protagonismo en la sociedad actual para que puedan evolucionar y se incidirá en la formación continua a los trabajadores. Y es importantísima nuestra labor de apoyo a la internacionalización de las empresas, que, además de ser una función obligada de las Cámaras por ley, también es muy necesaria en Cádiz para ayudar a que las empresas pierdan el miedo a salir al exterior, sobre todo en la marroquinería, la flor cortada y el vino.

Además, seguiremos trabajando en la adaptación a las nuevas tecnologías, a través de la página web y las certificaciones digitales, de las que ya hemos expedido más de 400 en la provincia de una forma más ágil que en otras Administraciones. Y sin olvidar la labor de vigilancia de las infraestructuras necesarias para el desarrollo de la provincia y la corte de arbitraje en conflictos entre empresas, que es mucho más barata y más rápida porque en cuatro o cinco meses se un laudo del litigio.

-Precisamente la marroquinería está en boca de todos por la trama de facturas falsas. ¿Cree que este duro golpe ha generado una mayor concienciar entre los empresarios?

-Desde luego no ayuda al sector. No sé las dimensiones que tendrá, pero creo que a veces se le da mucha importancia a temas que, a lo mejor son puntuales. Es complicado para un sector que sufre una gran crisis de identidad por la competencia de los países del Este. Por eso estamos intentando ayudarle creando una escuela de diseño, asistiendo a más ferias, promoviendo una marca propia... tratando de ser más sensibles con ellos porque creemos que se lo merecen.

Apuesta de la Junta

-En otros puntos del país, el peso de las Cámaras es mayor. ¿A qué se debe el menor desarrollo que tienen en Andalucía?

-Poco a poco vamos teniendo más peso. La Ley de Andalucía de Cámaras se aprobó hace ocho años y en otras Comunidades es mucho más antigua. Aunque la Cámara de Cádiz es de 1986, Andalucía no nos reconoció hasta ese año, pero ahora la Junta apuesta mucho por el papel que estas entidades pueden desempeñar como dinamizadores de las economías locales.

-¿Y qué imagen cree que tiene la Cámara entre la sociedad?

-Creo que todavía somos muy ignorados. En las Cámaras están representados todos los empresarios y todavía son muy pocos los que se acercan para ver en qué les podemos ayudar. Ése es un gran reto, que las Cámaras seamos más conocidas por los empresarios y para eso tenemos que darles servicios y también que nos demanden aquellos que necesiten. Es una responsabilidad de ambas partes.

-De ahí la buena relación con la Confederación de Empresarios, a diferencia de lo que ocurre en otros puntos como Algeciras.

-Según la provincia, hay mayor o menor grado de conjunción con la patronal, pero aquí la sintonía es total y la mayor garantía es que yo estoy en el comité ejecutivo de la Confederación y Miguel González, en el de la Cámara, además de Antonio de María, que entra ahora a la Vicepresidencia primera para dar mayor participación a este importante sector. Lo contrario no tiene sentido porque en una guerra entre entidades empresariales, pierden los propios empresarios.