Vibrante encuentro entre Portuense y Puerto Real para cerrar la Liga regular

Burgueña no quiso relajación en los suyos y colocó en liza al bloque que utiliza regularmente ante un Puerto Real que le dio color al choque con profesionalidad. A pesar de la dificultad por el viento de Levante, ambos intentaron ofrecer lo mejor de sí mismos, unos con intención de continuar esa línea de cara a la promoción y otros por el deber con su club.

Los locales se gustaban ante su público con acciones combinadas, y así al cuarto de hora ya habían fabricado tres claras ocasiones. Sin embargo, el Puerto Real recobró su seriedad en el campo y propició un gran susto en el minuto 20. Salguero rompe el fuera de juego, elude la salida de Vega y por ajustar su tiro, por el efecto del viento, manda el balón al lateral. Puso en guardia esa acción al Portuense, ya que Sanlúcar se plantaría a continuación ante Vicente en la frontal del área pero estrelló el esférico en el meta.

Cuando las fuerzas parecían igualarse Marcelino cometió un inocente penalti, al sacar su mano del cuerpo en un lance sin peligro. Penalti claro que no perdonó Carrasco para adelantar al Puerto Real. A raíz de ahí el partido se esfumó como el viento, pero a pesar de ello, Masegosa un poco más tarde mandaría a las nubes una buena dejada de Sanlúcar.

Fue el Puerto Real quien cobró más participación en ataque. Vega se luciría a lanzamiento en carrera de Abel tras un precioso pase de Kike. Los visitantes dominaban en el arranque de la segunda mitad el mediocampo y lanzaban contragolpes peligrosos.

No obstante, la jugada que marcó el curso del partido fue la expulsión de Jorge Herrero, tras derribar en la frontal a Juanmi siendo el último defensor, tras un error de Vega en el pase. Pero lejos de hundir al cuadro rojillo le espoleó. Empezó un asedio sobre el portal de Vicente hasta que en el 73' un corner de Masegosa es pasado por Marcelino sobre Sanlúcar, que establece el empate a uno. Fue el golpe definitivo para creer en el triunfo. Pero en las siguientes oleadas Toboso fallaría una ocasión clara y Sanlúcar estrellaría un balón en el poste. Y con el tiempo tocando a su fin, Marcelino enmendaría en parte su error sacando un balón de gol.