PAN Y CIRCO

¿Se va de verdad?

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Si es capaz de cumplir su promesa, el próximo 30 de junio Manuel Ruiz de Lopera dejará la presidencia del Betis. Estoy de acuerdo en que hará feliz a muchos béticos, entre otras cosas, porque todo cansa y 14 años en el poder, son demasiados. Además han sido 14 años de poder absoluto, dictando cada punto y coma de cada contrato y vigilando los movimientos de cada empleado. Suficientes años para que aquellos que le tocaban las palmas en cada intervención popular, ahora le exijan, con bastante sentido del humor, que baje al campo a meter un gol. Parece mentira que con todo el tiempo que lleva, no sepa que después de la tormenta llega la calma. Si ya lo dice Alejandro Sanz en su Corazón Partío y ya le insinuó el cantante que no compartía su política de gestión. Es cierto que nada se le puede reprochar a una persona que, gracias a su dinero, salvó al Betis. Desgraciadamente el fútbol se ha convertido en éso. En sociedades anónimas donde poco o nada importa la opinión del aficionado. Si lo compro, es mío y, por mucho que protestes, seguirá siendo mío. Hasta que Lopera no venda sus acciones, continuará mandando, aunque sea desde la sombra. Seguirá pensando que no hace falta fichar a nadie y seguirá vendiendo, a los pocos que le escuchan, que por su Betis, lo que sea. Y lo que sea es dar la cara siempre. No sólo cuando el equipo y sólo el equipo gana la Copa del Rey, sino también cuando está a punto de bajar a Segunda División. Califica de barbaridad que le coreasen «bota de oro» en la visita del Anderlecht en Liga de Campeones. Cuando algo duele, recomiendo ir al origen de las cosas. Analizar los motivos y tal vez, se pueda rectificar a tiempo. Tal vez esa parte de la afición que, según usted no le quiere, no se ha sentido últimamente asfixiada por sus constantes espectáculos. Tal vez le hayan echado de menos en momentos muy señalados. Tal vez se hayan sentido solos.