«Si no me lesiono, puedo pelear el puesto con cualquiera»
Medina tiene «confianza absoluta» en sí mismo y no teme a Acuña ni al futuro delantero que busca el Cádiz «No me quiero ir como un perdedor; ahora, si el futuro entrenador no me quiere, pues me voy»
Actualizado:El Cádiz de Lobos y Acuña. El Cádiz del futuro. El equipo de la próxima temporada girará alrededor de estos dos pilares básicos, los puntales del ascenso. Pero Medina pide paso. El Cacique no se siente en desventaja con ninguno de sus competidores, ni el joven paraguayo, ni el eterno Oli ni el delantero que aún resta por venir. «Si me respetan las lesiones, puedo pelear el puesto con cualquiera».
Y es que el delantero uruguayo, que ayer estuvo en la sobremesa de Punto Radio, tiene una espina clavada «que no me la podré quitar en la vida, pues la amargura de este descenso siempre quedará en mi cabeza. Sobre todo, porque apenas pude ayudar a mis compañeros». Un ascenso «me dejaría más tranquilo y contento, pero nadie borrará la última campaña». «No me veo titular porque primero tengo que entrenar, pero sí tengo confianza absoluta en mí y, si estoy bien físicamente, no tengo miedo a nadie».
Acuña debe esperar
A Medina no le preocupan los rumores que hablan de la llegada de un ariete. «Esta temporada hubo falta de definición y es lógico que el club busque otras opciones. Ojalá vengan muchos delanteros y grandes futbolistas para ayudar al equipo, pero yo trataré de ponerme bien para competir con el que sea. ¿Acuña? Tiene muchas condiciones y dará grandes alegrías, será un jugador de Primera pero no se le puede cargar con tanta presión porque aún le queda mucho por mejorar».
El Cacique aún no ha olvidado las numerosas lesiones que han lastrado su participación en la temporada. «Sólo he jugado trece partidos como titular, que también es mala suerte. Sólo tuve continuidad en enero y febrero y creo que con un buen rendimiento, y ese es el consuelo que me queda». Reconoce que «la primera lesión no vino por mala fortuna, sino que fue consecuencia de un proceso que venía acumulando en la pierna izquierda desde mucho antes». Ya llegó de Uruguay con problemas de lesiones.
Otro detalle que le perjudicó fue «la mano de Málaga. Me pasó factura. A partir de ahí, los árbitros ya no me pitaban nada, me sacaban tarjetas y yo me ofuscaba bastante por lo que estaba sufriendo. Aunque también he de decir que, en general, los colegiados se han equivocado para los dos lados».
Admite que por su cabeza nunca pasó el descenso y que «todavía no lo he asimilado. Tenía muchas expectativas pero viví la tristeza de un descenso, algo que nunca había sentido (él ha logrado dos ascensos en Uruguay). No venía preparado para bajar». Este sinsabor le obliga a quedarse. «No me voy. No quiero irme de Cádiz como un perdedor, salvo que haya una oferta económica muy tentadora beneficiosa para el club y para mí. Pero en principio ni he hablado con mi representante porque no quiero saber nada de otros equipos».
Desconectar del fútbol
El futbolista se moja a la hora de apuntar que «yo quería a Espárrago otro año más en el Cádiz, porque es una persona trabajadora que sabe mucho de fútbol y conoce la división, además de ser una gran persona. Va de frente, no se casa y es el que mejor sabe lo que puede dar esta plantilla. Confió en mí y le agradezco todo su apoyo».
No sabe el nombre del futuro entrenador «ni me preocupa. Si tengo un buen rendimiento pues me pondrá porque nadie va en contra de sus intereses. Ahora, si no me quiere, pues que me lo diga antes que me voy».
Estos días están trabajando «para no perder la forma», si bien ni se habla de la próxima temporada en Segunda. «Los últimos dos meses han sido muy duros y hay que desconectar porque hubo mucho desgaste. En estos días quiero olvidarme del fútbol, regresar a mi país para volver con las pilas cargadas. Y espero que cuando vuelva siga prácticamente la misma plantilla que dejo pues, si se quedan los muchachos, es idónea para lograr el ascenso». Incluso se atreve a pronosticar que «este año será más difícil pues hay una apuesta clara por el descenso y tendremos la presión. Pero también la directiva, que tendrá que fichar y hacer grandes esfuerzos si quieren que el equipo vuelva a Primera».