El Senado de Estados Unidos aprueba la mayor reforma migratoria desde 1986
Apoya la legalización de millones de inmigrantes indocumentados y prevé el reforzamiento de la vigilancia fronteriza
Actualizado: GuardarEl Senado de Estados Unidos aprobó ayer un proyecto de ley de reforma migratoria que puede despejar el camino para la legalización de buena parte de los 12 millones de inmigrantes indocumentados en el país.
La votación en el Senado arrojó un resultado final de 62 votos a favor y 36 en contra, con lo cual el proyecto de ley pasa ahora a un proceso de armonización con la Cámara de Representantes, que comenzará el mes próximo. La aprobación reflejó la intensa labor de los principales líderes del Senado, el republicano Bill Frist y el demócrata Harry Reid, que encabezaron una frágil coalición bipartidista a favor de la reforma migratoria.
El proyecto de ley cuenta con el respaldo de la Casa Blanca, el sector empresarial, las organizaciones hispanas y grupos religiosos, pero afronta un tortuoso camino hacia su armonización con el que aprobó la Cámara de Representantes en diciembre pasado.
La reforma aprobada hoy, la más amplia desde 1986, declara el inglés como "idioma oficial" de EEUU e incluye, entre sus principales elementos, una vía hacia la legalización de al menos ocho millones de inmigrantes indocumentados; un programa de trabajadores temporales, y el reforzamiento de la vigilancia fronteriza.
En total, el proyecto de ley establece un límite de 650.000 visados patrocinados por un empleador bajo la nueva categoría de visas 'H2C', cifra que incluye a los familiares de los trabajadores. Los inmigrantes que deseen ajustar su estatus migratorio deberán pagar una multa de 2.500 dólares; demostrar conocimiento del inglés, que tienen trabajo fijo y que no cuentan con antecedentes penales, además de estar al día con el pago de sus impuestos.
Autorización del muro
El proyecto de ley también autoriza la construcción de un muro de 595 kilómetros en la frontera con México, la contratación de hasta 4.000 agentes adicionales de la Patrulla Fronteriza y el envío de hasta 2.500 inspectores adicionales en los puertos de entrada al país. También amplía los centros de detención de inmigrantes indocumentados, al duplicar de 10.000 a 20.000 el número de camas en esas instalaciones.
La medida modifica el programa de lotería de visados, de manera que dos terceras partes de los 55.000 visados otorgados anualmente estarían destinadas a profesionales en los campos de matemáticas, ciencias, tecnología o ingeniería. Además, mantiene los créditos tributarios que el Gobierno federal otorga a trabajadores de escasos recursos para los inmigrantes indocumentados que soliciten la "tarjeta verde".
También moderniza el sistema de adopción de niños extranjeros, los cuales recibirían las mismas protecciones que los niños nacidos en EEUU. A lo largo del debate y votación del proyecto, los senadores de ambos partidos tuvieron que hacer numerosas concesiones para que la legislación llegara a buen puerto.
No obstante, para que esta propuesta se convierta en ley tiene aún que ser armonizada con el proyecto aprobado por la Cámara de Representantes, promovido por el republicano James Sensenbrenner y que convierte en criminales a los inmigrantes indocumentados y a quienes les ofrezcan servicios.