La suerte llega al hospital
José Flores, vendedor de la ONCE en el Clínico, reparte un premio de más de un millón y medio de euros en plena crisis laboral del centro
Actualizado:Por fin llegó la alegría al Hospital Universitario de Puerto Real. Tras más de mes y medio de protestas contra la dirección del centro, las caras largas dejaron paso ayer a los abrazos y felicitaciones. A pesar de que no se han solucionado los conflictos laborales, el motivo para la alegría no era para poco: José Flores, vendedor de la ONCE en la puerta de entrada al centro había repartido la friolera de 1.680.000 euros con la venta de 48 cupones del número 29.734, premiado en el sorteo del martes.
Una vez que se conoció la noticia, a primera hora de la mañana, el lugar donde se coloca habitualmente José se convertió en un hervidero de personas que querían confirmar la buena nueva. Abrazos, llantos y gritos de alegría eran las manifestaciones incontenibles de los agraciados, que no dudaron en felicitar al cuponero tras este regalo en forma de más de millón y medio de euros.
La satisfacción de Flores era completa, ya que hace poco más de un año también tuvo la fortuna de vender una serie premiada con bastante dinero en otro sorteo. Aún así, recalcó que este premio le ha dado más alegrías y satisfacciones que el anterior.
Como él mismo relata, «el premio ha quedado bastante repartido». Vecinos de Puerto Real, Paterna, San Fernando, Barbate, Conil «e incluso Sevilla» han sido agraciadas con el sorteo. De esta forma, una revisión, una fractura, una visita a un familiar o cualquier motivo que empujara a estas personas a acudir al Clínico les ha dado una de las mayores alegrías de sus vidas. Y es que, como dice el vendedor, «no hay mal que por bien no venga».
Además, un buen pellizco, «más de 600.00 euros, seguro», se ha quedado entre el personal de hospital. Empleados de los servicios de enfermería, limpieza o lavandería han sido los principales beneficiados, aunque Flores prefirió preservar el anonimato de las personas afortunadas «para que disfruten de su suerte». Una suerte, que, lamentablemente, a él no le correspondió, a pesar de que tuvo «el cupón en la mano». Pero ello no impide que Flores se sienta tan feliz como si le hubiese tocado.
Una felicidad que se completa con las muestras de cariño recibidas por parte del personal del centro sanitario, no sólo ayer, sino todos y cada uno de los días desde que se abrió el hospital, pues es el único lugar donde José Flores vende sus cupones. Gracias a esta ubicación vende «todos los cupones diariamente», un logro difícil de conseguir.