Hay prisa, y el tiempo corre a favor de Murcia, ya sin equipo

Esclavo del tiempo. El Cádiz es preso de una Segunda División eterna a la que le quedan todavía cuatro jornadas. Un mes, ahí es nada. Y la ansiedad por comenzar cuanto antes a construir el camino del ascenso está haciendo mella en la entidad gaditana.

El club gaditano quiere tomar ventaja y aprovechar este mes para trabajar de verdad, y no dar cuatro carreritas en la playa y pensar en el chiringuito y las vacaciones. Y eso tendrá un peso enorme a la hora de escoger entrenador. Ya se desea cerrar ese capítulo y por ello el objetivo es contratar a un técnico que ahora mismo no tenga compromiso. Bien que haya terminado su temporada en Primera (Pepe Murcia), esté sin equipo (Pepe Mel o Josu Uribe) o cumpla sus objetivos antes de tiempo (este fin de semana pueden concretar sus ascensos Marcelino y Sampedro). El reloj juega en contra del favorito Emery, Paco Flores (casi hecho con el Levante y con una cartera ávida de billetes) y Abel.

La verdad es que el círculo se estrecha y al final, como en las novelas de Agatha Christie, se descubrirá al nuevo entrenador por descarte. Descartados ya hay muchos. El glamour de Míchel es para la galaxia y el Cádiz no parece ser su mejor trampolín, Marcelino, «que debe ser muy bueno porque a todos los mete arriba», como dice Paz, quiere debutar en Primera ya, sea con el Recre, Betis o Racing. Y mira que gusta. Con Kresic, Mendilíbar (que irá al Valladolid) y Tapia no ha habido contactos, y a José lo han mandado a por tabaco. Tampoco Calderón tendrá su oportunidad pues el club, que quiere a un entrenador que tire de la cantera, no se atreve con su Ziganda particular.

Por ello, tres apuestas claras: Murcia («de verdad que no sé nada»), Mel (que en Leganés esperaba noticias de sus cinco cadistas seleccionados) y Uribe, junto a algún tapado que acecha en la sombra. Hay prisa por empezar a confeccionar la plantilla, siempre bajo la supervisión del club que es el que manda (los entrenadores pasan, los proyectos siguen). Con él saldrán los nombres de futbolistas interesantes, un cartel del que se cae un Calandria que no sabe nada.