Un problema desde 1998

Según la Federación andaluza, la protesta responde a una situación que viene gestándose desde 1988 con la progresiva liberalización del sector, que, paradójicamente, ha perjudicado a las gasolineras, ya que ha permitido a las flotas de taxis, camiones y cooperativas agrícolas abastecerse fuera de las estaciones. «Ya no se puede vivir de la gasolina debido al poco margen que dan las comisiones y ahora nos han prohibido la venta de tabaco y en Andalucía la venta de alcohol de más de 20 grados», lamentan desde esta organización. «La excusa de la Ley es que no se puede vender donde no se puede fumar, pero eso es como si, porque no se puede usar el móvil, nos prohibieran vender recargas de teléfono», argumentan.