Una alimentación adecuada hasta los tres años previene el colesterol y la obesidad
Expertos en nutrición infantil recomiendan la lactancia materna durante los seis primeros meses para reducir la probabilidad de que aparezcan alergias
Actualizado: GuardarUna alimentación adecuada durante los tres primeros años de vida es fundamental para prevenir el colesterol y la obesidad. El niño es un organismo en crecimiento que precisa la cantidad justa de nutrientes para formar tejidos y mantenerlos. Sin embargo, a menudo las madres creen que sus hijos deben comer más de que lo realmente necesitan. Y el hecho de que los niños no quieran comer más es motivo de angustia en muchas familias.
Así lo explica el doctor Javier Merino, endocrinólogo infantil del Hospital Puerta del Mar de Cádiz, quien subraya que la dieta infantil debe ser libre, variada y rica en vitaminas, minerales, hidratos de carbono y proteínas. Verduras, carnes, pescados, cereales y lácteos deben formar parte del menú del niño desde el primer año de vida, aunque el doctor Merino aconseja no abusar de ningún alimento y no obligar al niño a comer algo que no le gusta.
El hábito de comida de la persona se forma en sus dos primeros años. Por eso, en los casos en los que el pequeño se niega a comer, el endocrinólogo incide en la importancia de respetar unos horarios y recomienda a los padres no poner la televisión para evitar que el niño se distraiga. Es recomendable también buscar un entorno agradable y presentarle al bebé la comida de forma que le resulte apetecible. Sin embargo, hay momentos en los que los niños sienten menos apetito, es algo «normal» y «los padres deben comprender que la comida no es lo más importante», apunta el doctor.
Leche de la madre
Como la gran mayoría de los pediatras y expertos en nutrición infantil, Merino aconseja la lactancia materna al menos durante los primeros seis meses. En este periodo la leche de la madre proporciona todos los nutrientes que el bebé necesita pero a partir del segundo semestre de vida es necesario aportar una alimentación complementaria. La leche de la madre es «fresca, libre de bacterias, tiene la temperatura adecuada» y previene la aparición de alergias -una enfermedad que afecta a casi el 30% de la población general- en el niño durante su desarrollo.
Tal y como expone el doctor Merino, sólo existen contraindicaciones para la lactancia materna en los casos en que la mujer tiene los pezones muy invertidos, padece una infección aguda que puede transmitir al bebé, o algún tipo de enfermedad grave como tuberculosis activa, fiebre tifoidea, neurosis o psicosis postparto.