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Una mujer se sienta en el banquillo por enviar droga a su novio encarcelado

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A tres años de cárcel se eleva la petición de la Fiscalía para una mujer acusada de haber enviado supuestamente 0,15 gramos de heroína ocultos en una carta dirigida a su novio, recluido en un centro penitenciario. La defensa pidió su absolución, amparándose en la insignificancia de la cantidad y porque, en caso de haberse enviado por la procesada, respondía a un gesto de finalidad «altruista y humanitaria»: «calmar» a su pareja, que como ella, es toxicómano.

Los hechos juzgados ahora se remontan a diciembre de 2001 cuando, al parecer, R. L.R., desde la prisión en la que estaba encarcelada, remitió un sobre con una postal, en la que además había 0.15 gramos de heroína. Según la acusada, la droga no había sido introducida por ella, sino por un tercero: «No voy a ser tan idiota de enviar la carta con mi nombre; la echaría con el nombre de otro». Además, insistió en que por su condición de drogadicta, antes de enviar dicha sustancia: «me la habría fumado yo».

El letrado de la defensa desmontó la acusación, insistiendo en que su patrocinada no envió la carta directamente, sino que lo hizo a través de un tercero, al que no se ha investigado, y que fue el que introdujo la droga. A juicio del abogado, no es creíble que ella lo hiciera, porque la carta es de su puño y letra y está firmada. Además, argumentó que la cantidad de droga es «irrelevante» y no se puede deducir un delito contra la salud pública, por cuanto no existe peligro de la expansión del consumo, ya que era un suministro para un único dependiente, su novio.

El juicio, celebrado ayer en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, quedó visto para sentencia.