Guantánamo seguirá

La secretaria de Estado norteamericana, Condoleeza Rice, ha reconocido que a su país le agradaría poder clausurar la cárcel de Guantánamo, como le exige la comunidad internacional, pero no puede hacerlo porque no le es posible dejar a los actuales detenidos en la calle. Esta tesis es profundamente hipócrita ya que donde deberían estar estos supuestos terroristas es en las cárceles norteamericanas si en efecto se poseen pruebas de su responsabilidad en acciones delictivas. Y si estas pruebas no existen, la reclusión de simples sospechosos es un atentado brutal contra los derechos humanos. En nuestros regímenes democráticos, el fin no justifica los medios, por lo que la actitud de Washington al vulnerar la convención de Ginebra y los pactos internacionales sobre derechos humanos es intolerable y censurable. Y no valen disculpas de índole práctica.