ANÁLISIS. El nuevo puente no ha dejado indiferente a nadie.
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Puente, al fin

Los gaditanos están en desacuerdo con el diseño del puente La Pepa aunque desean que se cumplan los plazos de ejecución previstos

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Si el sábado los gaditanos rechazaban La Pepa como una nomenclatura adecuada para el segundo puente sobre la Bahía, ayer examinaban con detenimiento la primera imagen del proyecto de este nuevo acceso a Cádiz. La idea del ingeniero Manterola no ha dejado indiferente a nadie. Algunos están encantados con el diseño y otros son muy críticos. Y es que la mayoría de los gaditanos esperaba un segundo puente José León de Carranza: elegante, coqueto y directo.

Algunos ingenieros industriales de la ciudad han criticado tanto el estilo sino el presupuesto para la construcción. Apuntan que «con el dinero que se empleará en la construcción del puente La Pepa se podría haber realizado esa obra, mejorar los accesos y arreglar el actual puente. Además, se ha previsto un tramo móvil que no se va a utilizar».

Voces demasiado críticas para un acceso que permitirá descongestionar la entrada y la salida de la capital, aumentará el comercio y la posibilidad de que las empresas se instalen en la ciudad y ayudará a hacer crecer al área metropolitana.

Parecido al del Centenario

Pero ninguna razón es tan fuerte que impida que los gaditanos dejen a un lado su descontento con La Pepa. El parecido con un puente de Sevilla ha provocado las iras de los más radicales, que creen este nuevo acceso debe ser diferente a los demás.

Otros consideran el diseño «demasiado simple. Esperábamos otra imagen, aunque de lo que vemos en el papel a lo que finalmente será, hay una gran diferencia», señaló Marcos Guerrero, técnico de prevención de riesgos laborales. Otros han criticado la pendiente del puente a su llegada a la rotonda de Astilleros y apuntan que es demasiado inclinada, «lo que podría provocar colisiones en cadena si hubiese un frenazo», comentó María Sánchez, ama de casa.

El tramo móvil, además de soportar las críticas por su posible inutilidad, también ha sido rechazado por que «si uno de los principales problemas del puente Carranza ha sido el tramo móvil, no se entiende por qué han diseñado un puente tan bajo», apostilla Salvador Guerrero, empleado de hostelería. Este gaditano criticó no sólo este elemento del segundo puente, sino que «han incumplido la promesa de instalar un tren ligero para facilitar las comunicaciones a través del transporte público».

Más túneles

Los túneles que se construirán para acceder a las avenidas de Las Cortes de Cádiz y de la Bahía no ha contado con la aprobación de los ciudadanos. «¿Qué manía con soterrar! Ya tenemos en Cádiz suficiente con la vía del tren. ¿Y el PSOE quiere soterrar Canalejas! Si quieren, tapamos Cádiz, la convertimos en la Atlántida y creamos Nuevo Cádiz», comentó Joaquín Saldaña, estudiante de Ciencias Empresariales, que añadió: «Cuando construyan el segundo puente, vamos a tener que empezar con el tercero».

Otra opinión es que La Pepa debería haberse construido ya hace mucho tiempo. Así lo piensan Miguel Ángel Fernández, Roberto Cárdenas, María Almonte y Carmen Cervera. Estos dos matrimonios vivieron la inauguración del puente José León de Carranza, «y poco tiempo después ya se decía que era insuficiente para Cádiz».

Pero todos los gaditanos, sin excepción, coinciden en que el diseño, el puente móvil, el túnel y las pendientes pasan a un segundo plano mientras el Ministerio de Fomento cumpla los plazos previstos y en el año 2010 se inaugure el tercer acceso a Cádiz.