El superviviente del 'Katrina'

COMO muchos de sus conciudadanos que se quedaron en Nueva Orleans durante la devastación del 'Katrina', el alcalde Ray Nagin ha sobrevivido por poco la segunda y definitiva ronda de unas elecciones municipales que han puesto de relieve las tensiones raciales acumuladas por una ciudad que por el momento ofrece mucho más pasado trágico que futuro prometedor. Al final, el afroamericano Nagin se ha impuesto con un 52,3% de los votos emitidos frente al 47,7% de su contrincante blanco, Mitch Landrieu.

Rodeado de exaltados seguidores, Ray Nagin ha reconocido las divisiones y antagonismos que el 'Katrina' ha supuesto para una ciudad históricamente de amplia mayoría negra, pero que ya no lo es. Al celebrar sus nuevos cuatro años de mandato municipal, gracias a una mínima ventaja de sufragios por correo y decisivos votos logrados en barrios predominantemente blancos, Nagin ha insistido en que «la elección ha terminado y ha llegado el momento para que esta comunidad cicatrice sus heridas».

Para sorpresa de muchos, el político demócrata también ha agradecido públicamente la multimillonaria ayuda prometida y facilitada por el presidente Bush, indicando que el reelecto alcalde y el ocupante de la Casa Blanca eran en estos momentos «probablemente los dos políticos más vilipendiados en EE. UU.». De hecho, toda la campaña municipal no giró tanto sobre ideas divergentes en relación a la ciudad, sino sobre la persona más cualificada para liderar uno de los mayores proyectos de reconstrucción en la historia de Estados Unidos En esta segunda vuelta, el candidato favorito no era Nagin, sino Mitch Landrieu, subgobernador estatal e hijo del último alcalde blanco de Nueva Orleans en los años setenta. Durante la reñida campaña municipal en Nueva Orleans, un elemento de discusión recurrente ha sido el libro 'El gran diluvio' de Douglas Brinkley, profesor de historia en Tulane University.

Gran reto

El volumen, recién publicado por la editorial William Morrow, se concentra en la semana trágica del 'Katrina' y aunque Ray Nagin no tiene un papel protagonista en este volumen, quedaba representado como un líder demasiado vanidoso, dubitativo, paranoico y demagógico. Opinión no compartida por una mayoría de 59.460 votantes de Nueva Orleans que han hecho posible su reelección.