UNIDOS. Los brasileños, con Ronaldinho, Adriano, Lucio, Kaka y Robinho, entre otros. / AP
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A por el sexto título

Con una constelación de estrellas, Brasil confía en confirmar el pronóstico pese a la discreta temporada de alguna de sus figuras: Dida, Ronaldo o Adriano

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Juninho Pernambucano, nombrado el domingo el mejor jugador de la Ligue 1 francesa y quizás el mejor lanzador de golpes francos directos del momento, no tiene plaza en el once de Brasil. Al menos irá al Mundial. Otros ni siquiera tendrán este consuelo. Se puede pensar en un once b que acabaría con los desvelos de más de uno de los seleccionadores que competirán en Alemania: Marcos (Palmeiras); Belletti (Barcelona), Roque Junior (Leverkuson), Pepe (Oporto), Serginho (Milan); Mancini (Roma), Renato (Sevilla), Diego (Oporto), Fabio Aurelio (Valencia); Ewerthon (Zaragoza) y Baiano (Celta). Ninguno entra en los planes de Parreira.

Tampoco Oliveira (cedido por el Betis al Sao Paulo), a pesar de estar recién salido de una grave lesión de rodilla, lo hubiera tenido fácil. Liedson (Sporting), máximo goleador de la Superliga portuguesa en la temporada anterior y segundo en esta, tampoco. Ni Taddei (Roma) o el joven prometedor Nilmar, de vuelta a Brasil tras un periplo en el Olympique de Lyon, donde brilla Fred, que sí estará. De ahí que Daniel Alves (Sevilla), Deco (Barcelona) y Lincoln (Schalke 04) opten por la nacionalización como forma de acudir a una cita de este nivel.

Brasil es hoy día lo más parecido en fútbol al dream team de baloncesto de Estados Unidos en Barcelona'92 y Atlanta'96. A la actual canarinha se la compara con la de México'70, en la memoria de los entendidos el mejor equipo de todos los tiempos: Félix; Brito, Piazza, Everaldo; Carlos Alberto, Clodoaldo; Jairzinho, Gerson, Tostao, Pelé y Rivelino. Aquel once campeón irrumpió en otras coordenadas en la evolución física y táctica de este deporte. Pero ya es sintomático que Parreira no esconda su alineación base. Con él jugarán en Berlín frente a Croacia en el debut Dida; Cafú, Juan, Lucio, Roberto Carlos; Emerson, Ze Roberto; Kaká, Adriano, Ronaldo y Ronaldinho.

Jugadores a la baja

¿Puede Brasil caerse del escalón más alto del podio con esa pléyade de figuras? Formulada la pregunta a las otras selecciones candidatas, existe el convencimiento de que sí. A la pentacampeona del mundo le acechan algunas dudas. Tres de sus titulares han tenido una temporada muy discreta. Dida ha empezado a sentirse cuestionado en el Milan, con errores esporádicos de bulto que confirman una tradición histórica, la de que el puesto más vulnerable de este país siempre fue el de la portería. Incluso, entre la afición se reclama a un guardameta más joven y que también reside en Milán: Julio César (Inter).

Tampoco ha sido la campaña de Adriano, marcado por los desen cuentros con Mancini y muy intermitente en su rendimiento, ni de Ronaldo, cada vez más limitado en su área de influencia y con un físico más musculado y potente.

Ni siquiera los laterales, Cafú y Roberto Carlos, están en la flor de su carrera, aunque no se duda de su jerarquía mundial en sus respectivas demarcaciones. El secreto de Brasil es que no oculta sus cartas. Juegan los mejores. El once está en la mente de todos y el sistema de juego no se negocia. La fórmula de Parreira será muy ofensiva y el único debate puede ser el sacrificio excesivo de Ronaldinho, que como en el Barcelona tendrá que aparecer de forma prioritaria por la banda izquierda.

El Mundial de Kaká

Ha de ser el Mundial de Kaká, quizás el talento más importante del fútbol mundial y que todavía no ha tenido una gran competición de selecciones para exponer sus virtudes: la conducción en carrera del balón, la visión de juego y su capacidad para echarse el equipo a sus espaldas en los momentos más difíciles de un partido. Por detrás tendrá dos estajanovistas de lujo. Emerson y el reciclado Ze Roberto, una metamorfosis del extremo zurdo que pasó hace años por el Real Madrid

El centro de la defensa es otro de los puntos débiles de Brasil. Se cuestiona la vocación ofensiva de Lucio, muy dado a las arrancadas conm el balón desde atrás, y la valía de Roque Júnior, habitual suplente, pero fijo en la convocatoria de 23 que se conocerá dentro de unos días.

El grupo de clasificación no ha de registrar serios contratiempos para el gran favorito. No ha de tenerlos contra Australia ni Japón, y quizás algo con el rocoso dispositivo defensivo de Croacia. El examen vendrá más tarde en los cruces. El de cuartos ¿con España?